Sin Temor…
Ni Favor…
Astilla de pino malo
Se dice que Jesús le dijo a
Pedro, eres piedra y sobre ti edificaré mi iglesia. En la vida hay que tener principios y las
cosas materiales, como casas, edificios, negocios, tenerlos bien asentados. Firmes, que resistan embates morales o
físicos y ante ellos se mantengan incólumes.
Mi artículo
de la semana pasada (Cómo remendar el roto) se refería al poco basamento que le
estamos dando a nuestros devenir y porvenir, a lo flexible y veleta que se han
convertido nuestros juicios, nuestros principios, nuestro deber que raya en la
irresponsabilidad, y eso no es bueno, como no lo es el no mantener firme el
timón de una nave o el guía de un vehículo, con conciencia del deber y del
saber, tanto en caminos suaves como accidentados o en mares procelosos.
Mientras un
gobierno no tenga como única brújula la ley el deber, lo mismo un policía, un
legislador, un juez, un maestro, un militar, un burócrata y en consecuencia la
población… esto será un país en vías de disolución y un remedo de nación. Es muy bueno el burlar la ley a mi favor o la
de los míos, por favor, amiguismo o compra, pero ese mismo acto implica una
injusticia y un descreimiento del afectado o los afectados, que tarde o
temprano se comportarán igual sino peor por no tener nada firme como roca donde
apoyarse. Por sentirse abandonados y
frustrados.
Cuando
salimos de un gobierno despilfarrador, mentiroso y ladino, aun cuando sabíamos
que nos dejó clavada una espina de su propia madera, un pretendido quintacolumnista
para sus sueños de retorno, aun a sabiendas, uno alberga ligera esperanza de
que recapacite y si no puede ser un gran estadista, al menos sea uno pasable.
Pequeños
actos de gobierno van dando una esperanza que a poco va comprobándose que no
contiene, pues aunque las grandes cosas están hechas de pequeñas, tienen que
haber demasiadas de ellas para convertirse en algo importante, pero aun no, la
soga sigue flaca y débil, engrosando a ritmo insuficiente, y ante este estado,
se ve, se oye, se palpa, el espíritu se constriñe y el verde de la esperanza
palidece, cuando se recuerda que aquello que dijo Balaguer de si quieres
conocer a Monchito, dale un carguito… es una verdad que no tiene desperdicios.
Sólo dos
ejemplos: Hoy como ayer se ven mujeres que siempre fueron centradas, que al
estar ahora cerca de Danilo con un carguito, se transforman, despliegan
atuendos, desde carteras, vestimentas, zapatos, relojes, con letreros de
modistos famosos mientras más grandes y notorios mejores, de alto costo, y se
les percibe con gesto ausente de perdona vidas, lo que nos deja claro su
complejo de inferioridad, mayor que su sentido de gente. Trillan el mismo camino de Alejandrina y
otras. Renace y sigue con fuerza el mal
ejemplo y el perjuicio que producen, pues quien poco tiene poco da. Total más impuestos para lo mismo.
También hoy leemos
que en la empresa CDEEE, emproblemada, con deudas vencidas con su suplidor
vital por US$700 millones, con vocación de convertirnos pronto en mayores “cucuses”, su Vicepresidente designado,
quien burla la ley como los anteriores con las funciones que ejerce de jefe del
sistema eléctrico, y que venía precedido de un buen aparentar de pasado público
y de quien se esperaba un buen trabajo, ya aumento sus “Asesores” de 6 a 27 (21
nuevos) y su empleomanía en 114 nuevos, con costos de varios millones
mensuales, y esto solo hasta el 30 de Noviembre, quien sabe si la fiesta aun
sigue, pues para evitar que esto trascendiera suprimieron de las publicaciones
en su página de internet la nómina mensual, pues sabiendo que hacen mal, no
quiere que se vean sus desmanes, y menos cuando es inminente el ya anunciado
aumento de tarifa del FMI, para continuar con el paquetazo. Quieren esconder sus acciones ante los
jóvenes que buscan futuro que les ha sido robado. Acciones como estas dan la connotación real a
este gobierno de astilla del mismo pino malo que aun no reacciona, aunque cantó
como gallo sobre tales actos.
Monterrey, Mex.* luis@arthur.net
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*16/XII/2012