Sin Temor… Ni
Favor…
Golpe de Estado
Luis H. Arthur S.
Es bueno dejar
muy claro que nada va a pasar, a nadie someterán a la justicia, nadie será
castigado ni perderá su puesto no importa lo que haya hecho o haga, lo que
robe, lo que abuse, a nadie se le pedirán cuentas, y todo seguirá como siempre.
Los que están llamados a pedir cuentas son de los mismos, de la
misma logia, están coludidos, ya negociaron su honor, su dignidad y su
conciencia, no importa que ahora los ninguneen, avergüencen, les tomen la medida
y los cataloguen como lo que son, es parte del sainete. Es de viejo que el brillo del oro ciega.
Y los más afectados, los que deberían defender su patrio lar, son iguales
que los otros, pero en versión barata, venden sus intereses nacionales hasta
por un pica pollo. Nunca entenderán que
ellos son los que proveen con su pobreza las riquezas que aquellos roban, que
se las arrancan de sus miserias y de sus trabajos. Que de ellos emana el poder.
En el molote de la rebatiña, tantos quieren su pedacito de las
tierras en Pedernales, cercanas al botín del día, Bahía de la Águilas, que unos
ocupados en este afán, y otros abúlicos como siempre, no vemos o queremos ver
que el Ejecutivo y el Legislativo le acaban de dar un golpe de Estado al
Judicial, tercer Poder de la Nación. En
su juego violentaron y desconocieron el basamento jurídico de la República, y con
su nuevo súper poder dictatorial ilegalmente reconocen títulos falsos y negocian
con delincuentes en lo que a todas luces fue un gran plan urdido hace muchos
años para despojar a sus legítimos dueños de siempre de su propiedad y repartírsela,
había mucho para ellos y hasta para salpicar a infelices, usándolos como comodines
y tontos útiles, y en algún caso hipotético, como masa sacrificable. Nada los ha detenido, es demasiado dinero,
alcanza para todos menos para los legítimos propietarios.
Aunque quisiera no puedo dejar de catalogar este episodio que
estamos viviendo como una nueva y vil traición a la Patria. Funesto presagio para la seguridad jurídica y
hasta física de todos.
En otras partes tendrían que lavar su atrevimiento frente a un
paredón. Aquí pocos Dominicanos se han
dado por enterados. Menos han
reaccionado. Siempre hay un grupito más
consciente que se indigna pero lo dejamos solo.
Los usurpadores lo saben y solo tienen que resistir unos pocos días y un
nuevo capítulo de oprobio se inscribirá de pleno derecho en los anales de esta “patria
sin redención y sin historia”, donde los malos tienen impunidad y patente de
corso.
Total que tendríamos que preguntarnos sinceramente si Santana,
Báez, Lilís, Trujillo, Balaguer, Leonel y ahora Danilo, con su ñe, ñe, ñe pero haciendo
méritos para superar al anterior, se impusieron contra la voluntad popular o
fueron en realidad impuestos por algunos para usarlos de escaleras y de excusa,
ante la pasividad de los demás.
Impuestos por la falta de cohesión, patriotismo y amor a la Patria,
por la conveniencia y el deseo de uso y usufructo del Estado, para montarse en
el carro del latrocinio, la conjura y el crimen, y robar a cuatro manos y
lucrarse no importa que sean tierras, bahías, droga, propiedades, aduanas,
contratos, concesiones, etc., solo se busca allegarse inmensas riquezas y
poder, fácil y rápido, que de otra manera costaría mucho trabajo, sudor y
sacrificio y no alcanzaría para varias generaciones. Solo pescar en mar revuelto. Esa es la enseñanza que ha recibido el pueblo
y hoy se ratifica.
En la red de internet mis compañeros han venido debatiendo la
palabra grosera de importaculismo.
Palabra que para mi define clara y suciamente el actuar de este pueblo maleable. Donde los poderes solo son enunciativos, y en
una farsa supuestamente se agreden y vulneran y en su papel los supuestos vulnerados,
“la justicia” en este caso, nada diga, ya que fue conformada solo para imponerse
y llenar las cárceles con los pobres.
Desde que lo leí hace ya muchos años, no he podido olvidar lo que
le dijera Duarte, palabras más o menos a su sobrino cuando se aventuró a venir
al país y fue devuelto sin dejarle desembarcar de la goleta: “te lo dije, los
dominicanos son unos ingratos”.
En este pantano de podredumbre que hemos vivido y en que vivimos,
se ha importunado contra su voluntad y derecho de descanso eterno a un ser que
honestamente aró en el desierto, que fue desterrado por vida so pena de muerte,
trayendo sus restos, quizás tratando inútilmente que sirviera como flor de
pureza y entereza en esta inmundicia de que todos formamos parte. Desgraciadamente Duarte aun con su inmensas
virtudes y simbolismo no puede perfumar este fétido muladar que hemos creado, pues
de origen matamos sus ideales, su inspiración, su esencia, creando este sitio tan
parecido a como se describe la vecina Isla Tortuga en tiempos de Piratas y
Bucaneros.
Duarte está más allá del bien y del mal, y que bueno, pues sería
demasiado penoso para él verse “vapuleado y “homenajeado” por seres que solo de
mencionar su nombre lo mancillan.
Todo es robable, contratos (Dr. Melgen?), las minas de oro de
Cotuí, San Juan, Bahía de las Águilas, limitado por una cueva cuyo nombre no se
consigna en los documentos leídos ayer, sino con símbolos de interrogación,
quizás por algo similar al escrúpulo de Maria gargajo, y no llamarla la cueva de
Alibabá y su recua de ladrones.
Los gobernantes que no mandan, electos “libremente” por nosotros,
seguirán violentando todo el andamiaje jurídico, desconociendo la justicia, abusando,
adueñándose y repartiéndose todo lo que luzca riqueza, impunemente, pues
nosotros, los ciudadanos tampoco queremos justicia, sino que nos permitan participar
también en el banquete de la ignominia, no importa lo que tengamos indignamente
que hacer, . De viejo se cree que el
agua y el jabón de cuaba limpian y desodorizan todo.
Pueden vivir tranquilos, dormir plácidamente, soñar, sonreír y ser
felices, pues ninguno será sometido, juzgado, condenado, secuestrado, despreciado. Contra ninguno se atentará. Eso queda para los infelices que los
eligieron, los que con trabajo se compran una pasola o un motor P50, y con
ellos arriesgan la vida. Con los encumbrados
e intocables funcionarios, la policía en su labor de exterminio nunca se
equivocará, como no lo hace con los que tienen dinero y los patrocinan, ni con
los políticos que los mandan.
Todos, según nuestras distintas creencias, debemos elevar
oraciones al Altísimo y hacer marchas de reafirmación rogando para que a quien
Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga y que ningún meteoro o temblor de
tierra nos llegue.
Sto. Domingo, R.D. * luis@arthur.net
* www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 16/II/2013