domingo, agosto 11, 2013

HASTA CUÁNDO SEÑOR II



Sin Temor…   Ni Favor…

Hasta cuándo Señor II
 Luis H. Arthur S.
La alfabetización de los iletrados es buena, muy buena, quizás su mejor obra.  Pero no basta con seres que aprenden a leer pero no a comprender, con fabricar analfabetos funcionales.  Que no pueden razonar, pues no se le ha enseñado, no están “impuestos”.  Como dirían en mi región: “les faitó baisa ‘e comida”, el hambre fue mucha, de alimentos con proteínas que les hubiese generado más que quizás 5 neuronas, y quizás pienso en muchas: Una para respirar, otra para caminar, otra para hablar sandeces gritadas, otra para buscársela y pedir “lo mío”, y otra para creer que su futuro y progreso están en seguir a ladrones políticos, en elegir siempre lo mismo que ha resultado insatisfactorio, en conseguir un puestecito remunerado, no en dedicarse al trabajo serio, y mientras eso sucede, lo peor es que los que vienen subiendo para reemplazar a esta generación perdida, los niños de hoy, están haciéndolo con la misma carencia alimentaria y educativa, sin disciplina ni ética, y para colmo con drogas y peores ejemplos a seguir y discursos distorsionantes de mentes, que hace que cada día perdamos más la dignidad, el honor, el apego al terruño, el orgullo de ser dominicanos, las buenas costumbres, la honestidad, el comportamiento solidario, el destino compartido, la creencia en un ser supremo que no sea el dinero.
Mientras las PIMES, los empresarios pequeños, están acorralados con tributos cada día en aumento, con un Código de Trabajo obsoleto, que aun obliga a liquidación cuando hay que tributar para el fondo de la seguridad y pensión de vejez de cada trabajador, que era el fin de la liquidación existente, formado con lo que se les retiene de su sueldo y con el aporte del patrón.  Ahora, ante el gran acumulo de dinero que se ha venido formando, el Gobierno, que es quien lo maneja, siente unas ganas irresistibles de echarle mano para meterlo en el barril sin fondo de sus obligaciones y responsabilidades (mejor dicho, irresponsabilidades), como plan social de viviendas, electricidad, etc. lo que necesariamente redundará en un desfalco de esos fondos ajenos, igual que pasa con los ingresos por impuestos, y a la postre nadie será responsable, pues el gobierno de turno le echará la culpa a los anteriores, hasta Adán y Eva, si no es que sigue y llega hasta quien los creó.  Y el pueblo aun con el logro de la alfabetización pero con esas pocas neuronas, y sin saber razonar, ni cuenta se dará de este nuevo engaño, como no se da cuenta que este estado de mentiras en que perennemente vivimos y los discursos engañosos, a quienes más perjudican es a ellos y a los pequeños empresarios, quienes son los que crean la mayoría de los empleos, y apenas pueden subsistir en este estado de voracidad impositivas para engrosar fortunas mal habidas, y si no quiebran, que tantas desaparecen cada día, tampoco pueden crecer, mientras la población y la necesidad de empleos crece indeteniblemente. 
Al sector trabajador lo sacrifican con nuestros impuestos mientras el gobierno crea nuevos Ministerios y más gastos e invita a más compañeritos al banquete del gasto público con nuestros impuestos.  
La visión que se tiene, y el trabajador es actor de primera, es que a esas empresitas hay que acabarlas, quebrarlas, sin pensar que se perderán puestos y ya no se generarán nuevos.  Así mal pensamos.
En todo producto de importación, pagamos la hora de trabajo de obreros extranjeros a muchos dólares y euros, desde un televisor, celular, lavadora hasta un vehículo o motocicleta.  Quesos, salchichones, avena, harina, maíz, etc.  Y para colmo muchos tienen mejores precios de venta local que nuestros productos similares (algunos quesos p.e.).  ¿Entonces, por qué no podemos pagarla aquí igual, modernizando legislación y exigiendo el mismo rendimiento, erradicando el dañino paternalismo que nos consume?, ¿por qué no podemos ser el centro aéreo, y marítimo entre Europa, las Américas, como ya lo fuimos en tiempo del descubrimiento?  ¿Por qué esperar a que Cuba se libere, cuando pasaremos a segundo lugar detrás de Juana, también como antes.  Cubanos que aun siendo caribeños bullosos y fiesteros igual o más que nosotros, la historia nos dice que tuvieron avances, desarrollos, descubrimientos, progreso, muy superiores aun a países desarrollados, quizás ajenos a nuestra cotidianidad de zancadillas, robos y ambición ilimitada, donde entendemos que el éxito de otro es una afrenta y no un motivo de argullo y bienestar colectivo.
Y es que con aquellos políticos que tienen prioritariamente otros compromisos que no son los de la Patria, no se hacen grandes avances para cambiar y enrutar este país hacia el progreso y el orden perdido a la velocidad necesaria.  Aplican el refrán de “cambiar para seguir igual”. 
La esperanza es que de este pantano sucio e infectado, como hermosa y radiante flor de loto, surgirá eventualmente alguien, un hombre de carácter, decidido, honesto y trabajador, que limpie y queme la mala hierba de raíz, como nunca se ha hecho antes, como se hacía antes bajo el almendro frente a la puerta del viejo cementerio de la Av. Independencia, y será bienvenido ante el hartazgo y desesperación por nuestra inacción y tolerancia.  Tal como augura Miguel Guerrero y otros, y yo solo repito y tantos anhelamos.