domingo, diciembre 08, 2013

MEJORES HABITANTES

Sin Temor…   Ni Favor…

Mejores habitantes
 Luis H. Arthur S.
Cada vez que leo este escrito de Elias Brache encuentro nuevos argumentos para pensar como pienso.  Un país no lo conforma la tierra en el sentido de lo geográfico, ni los bellos o feos paisajes, ni las montañas, ni el mar, lo ríos y los bosques.  No, lo conforman y le dan características las personas que lo habitan, desgraciadamente nosotros.  (http://www.sacandomelao.com/2013/09/que-usted-haria.html )
Los que han existido que ya se fueron, y los que ahora vivimos lo seguimos empeorando haciendo cada vez peor la situación recibida.
Los que no hemos sabido arreglarla, ni ir poco a poco mejorando en balance positivo, los que nos creemos que son otros los que deben hacerlo, los que nos conformamos con ser pasivos, tolerantes, abúlicos, aunque no lo admitamos, somos casi todo el problema, no busquemos otros culpables.
Los que nos escudamos y justificamos solo en hablar y echarle la culpa a los demás, empezando por responsabilizar al gobierno, con escribir y despotricar constantemente, y con hacernos los mártires cuando en realidad somos los actores, los verdugos, los incapaces de crear nada mejor, de poner cortapisas y límites a esta forma irresponsable de vivir, que nos está llevando al caos, a la violencia, a la ley de la selva. No hemos sabido hacer un lugar donde vivir más dignos y felices.
Todos decimos que amamos a este país, mencionamos a Duarte, su desinterés, visión y sacrificio solo para mostrarnos con careta conveniente, todos nos engranujamos al oír el himno, la canción del boricua Rafael Hernández “Quisqueya”.  Nos encanta escuchar eso de “... Quien te viera, quien te viera más arriba, mucho más.”, pero pocos estamos dispuestos a organizar esta bella tierra de una manera inteligente, lógica y sesuda, para el bien común, a sacrificarnos por ella, a organizarnos como otros países lo han hecho, solo copiando de los mejores, no de los peores como ahora hacemos.  Balaguer dijo que no éramos Suizos, y eso le justificó no hacer todo lo que debía sabiendo y pudiendo.
Nuestras aguas potables desaparecen, nuestras riquezas mineras se esfuman sin dejar beneficios tangibles y duraderos, solo para coyunturas, gastos corrientes y enriquecer a algunos que se creen ya de sangre azul, por las reverencias y caravanas de todo un Gobierno y un pueblo le prodigan, quienes solo mira sus virtudes y no sus latrocinios y responsabilidades en malos gobiernos, deudas astronómicas, déficits presupuestarios multimillonarios y pobreza.
No importa lo que diga el “patriotismo” de los patrioteros de la boca para afuera, pocos, si alguno ama este país con amor verdadero y desinteresado, donde la mayoría solo quiere aprovecharse de él, explotarlo junto con los cohabitantes que se dejen, con quejas mínimas, para hacerse ricos, multimillonarios, y con ese dinero ser una amenaza y una afrenta a los pocos que lo critiquen y lo denuncien, pues en realidad la mayoría solo quisiera imitarlo.  Ser ladrones como ellos y entonar en coro el ¡vuelve y vuelve!, para acabar con lo que pudo quedar.  Es posible que puedan en mar revuelto pescar algo.
Hoy vemos como en pocos años se ha perdido todo límite y respeto en la convivencia, como se asesina impunemente y sin pena por un celular o cualquier cosa intrascendente.  Como el pueblo se malea y nadie está seguro en ninguna parte.  Si tienes un accidente automovilístico y quedas vivo, quizás tenga la suerte de salir en cueros, asaltado por esos campesinos que antes eran bondadosos y sacrificados, convertidos en hordas masivas, propio de sitios salvajes, en anonimato de grupo.
Y lo peor es que hay un anhelo colectivo, de emigrar de este hoyo tras un sueño, legal o ilegalmente, y cuando lo hacen no todos van a trabajar honestamente, sino que siguen con el mismo programa mental y aun lo empeoran.  Critican y quieren cambiar las vidas y costumbres de donde llegan y llenan cárceles, y a la postre los retornan en masa mucho peores, agravando más el problema doméstico.  No hablemos de hombres y familias esperando el situado de esposas o hijas conchando en cualquier parte del mundo.
Desgraciadamente son arboles que crecieron con las ramas torcidas por una forma nacional de vida, ejemplo e impunidad y ya no saben vivir de otra forma.  Lo penoso es que cada día siguen creciendo en número, y nuestros índices internacionales comparativos siguen bajando y así pronto llegaremos al fondo y quizás empezaremos a taladran hacia el centro de la tierra, haciendo lo que nunca se había hecho.
Nuestros gobiernos no son más que el reflejo y la escoria de todos nosotros, donde los que dicen tener algunas ideas mejores y de más honestidad y moral, no se arriesgan a la trasparencia ni a lanzase al ruedo al rescate de este bello país que se nos hunde, se nos agrava cada vez más y tiene como destino próximo previsible la inevitable unificación con Haití, quizás bajo un solo nombre de solo 5 letras, pues visto desde fuera como lo ven tantos, no se entiende como dos pueblos iguales en el fondo, de origen común aunque idiomas, pureza y costumbres bastante diferentes, puedan creerse tan distintos que no puedan convivir como lo hacen en toda la frontera y lo hemos hecho hasta ahora con un 20% o 25% de población Haitiana flotante, permitida por la acción, negocio y actuación irresponsable oficial-empresarial, que así les ha convenido.  Traídos unos bajo la misma firma del Presidente del TC que calza la sentencia 168-13. Un pueblo donde unos quiere matar a los que piensan diferente, no a los delincuentes que lo desmeritan, le roban, lo empobrecen y les han quitado el pasado, el presente y quieren seguir con el futuro, y aunque en estas protestas pocos actúan por convicción propia sino la mayoría azuzados, por dinero, pica-pollos y alcohol.  Dinero robado al erario o ganado en demasía por aquellos que sí cabrán en el avión si lo hacen antes de la noche en que quizás volverán a rodarán cabezas.  Ese día grandes riquezas se perderá, pero aun así muchos quedarán ricos.
Si pensaran en ellos mismos y en su descendencia, quizás sería más rentable financiar el adecentamiento de nuestro bello y hermoso país, digno de mejores habitantes, que luce lo perderemos porque todos actuamos como una macolla de aprovechados ciegos, estúpidos y egoístas sin aportar neuronas y trabajo para corregir este desastre.