Sin Temor… Ni Favor…
Diagnostico preciso
Luis H. Arthur S.
En mecánica automotriz existe un
aparato electrónico que conectado a un enchufe especial llamado terminal de diagnóstico,
que tienen los vehículos, ante una falla del motor nos informa cuál es el sensor
que está defectuoso y evita que le llegue buena señal al computador (ECU) del
carro, y que debe ser reemplazado. Le llaman
Diagnosticador.
Claro, esto
solo sirve para vehículos modernos con computadoras y sensores.
Generalmente ofrecen un
diagnostico rápido y efectivo, que orienta al mecánico para que no comience a
dar palos de ciego buscando la causa, sino que vaya al punto exacto sin ponerse
a cambiar partes buenas por simple intuición o sospecha. Por eso los vehículos modernos no se pueden
arreglar en patios ni por un mecánico de carretera cuando uno se queda tirado
pues, destornilladores, llaves y martillo ya hacen más mal que bien. Se requiere tecnología.
Mientras los vehículos
tienen quizás una docena o algo más de sensores en sus puntos críticos, nuestro
cuerpo humano tiene miles de millones, y como decía en mi artículo anterior no necesita
enchufársele a ninguna terminal de diagnostico, pues se tiene “el movimiento muscular
inteligente” de la kinesiología, con su lenguaje binario para que en pocos
minutos se pueda tener un diagnostico preciso de qué anda mal en el cuerpo, el
diagnostico no requiere de ningún equipo, sino simplemente saber preguntar y
saber entender las respuestas.
También
existen pequeños equipos electrónicos que agarrando un electrodo de latón o
acero inoxidable redondo, como puño de bicicleta, en un minuto se le hace un barrido al cuerpo y en pocos minutos más nos
genera unas doscientas páginas de la condición de cada órgano del cuerpo,
basado en un sistema similar al radar, que envían un abanico de frecuencias electromagnéticas,
y como cada órgano de nuestro cuerpo, cada patógeno, tiene un frecuencia
específica, distinta de todas las demás, como las teclas de un piano, resuenan
al recibir su igual y esa señal armónica es captada, analizada y comparada por
el equipo con los patrones internos del programa, genera un reporte diagnostico
muy completo, del que se puede imprimir todo o solo un resumen ejecutivo.
Tiene de
mérito, al igual que la kinesiología, que el resultado es “en vivo”, no con varios
días de diferencia. No son tan amplios y
generales como la kinesiología. En el país
hay varios de ellos, la mayoría solo para diagnósticos, no para curación,
usando las frecuencias de las investigaciones del Dr. Rife o la Dra. Hulda Clark
como los llamados Zapper.
Todos
conocemos el Cardiógrafo, el equipo que usan los cardiólogos para comprobar en
vivo el comportamiento del corazón, sin el cual están casi perdidos, pues bien,
ya se compra un pequeño aditamento que se adhiere detrás al celular y con un programa
App, cualquier persona se hace un electro o cuantos quiera y se lo envía por teléfono
o internet a su médico. Esto está
logrando la cardiología a distancia y que mucha gente no muera.
Ante esos
hechos sencillos, fáciles y baratos, se pregunta uno por qué tienen los médicos
que andar adivinando por síntomas, depender de laboratorios e imágenes caros para
todo, que a veces hay que repetir varias veces, que encarecen la medicina, y no
tener la seguridad de diagnósticos certeros y rápidos, con márgenes de errores ínfimos. ¡Por que trabajar aun como mecánico de patio!
El diagnosticar
por Kinesiología se aprende en horas y no requiere de ningún equipo.
Tuve la semana
pasada un señor que vino a mí traído por su hermano, que fue con tres médicos
de afamados sitios, y obtuvo en una semana tres diagnósticos distintos, pues le
dolían las extremidades y se le estaban entumeciendo, dificultándole sus
movimientos dolorosos. Le diagnosticaron
y recetaron uno artritis galopante, otro reumatismo y el último le dijo que debía
de empezar a darse quimioterapia que era la única forma de curarse.
Tenía simplemente
Plasmodium, un parásito, una variante del paludismo o malaria que da síntomas
de ésta, pero sin fiebre, trasmitido por la picadura del mosquito Anófeles, el
mismo que también produce la fibromialgia que aun se reporta como incurable en
la medicina alopática.
La cantidad de
operaciones que se hacen y de medicamentos que se toman sin necesidad va en
aumento, afirmando el Dr. Issac Goiz que más del 90% de lo que se reporta como cáncer,
se opera y se les da quimio y radio terapias, son por diagnósticos falsos de
tumores, displacías, quistes, etc., habiendo escrito un libro estupendo
titulado El Fenómeno Tumoral.
Cuando todos alguno
o de los métodos que he expuesto o los nuevos que vendrán se afiancen, el gasto
médico disminuirá drásticamente para pacientes y países, menos pacientes morirán,
y como quiera los médicos serán afectados en sus ingresos. Al desconocerlos, solo lo están retrasando un
poco su uso generalizado.