lunes, agosto 14, 2006

REGLAMENTO DE LA AUTORIDAD

REGLAMENTO DE LA AUTORIDAD

Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 14 Agosto 2006

Ahora que supuestamente estamos inmersos en un ataque frontal a la delincuencia, una de las primeras cosas que debe lograrse es el recuperar el respeto de la población hacia la autoridad, que ella misma se ha ocupado de socavar, con falta de reglamento y abusos.

Hace 10 días, el sábado 5 de Agosto regresaba de El Tetero, a 40 Km sierra arriba de Padre de las Casas, donde fui a conocer la pequeña instalación de una turbina de 45 Kw que el INRHI construyó para las 32 familias ahí residentes, una obra de justicia social con pocos precedentes. Al llegar a Azua de regreso, encuentro como 5 agentes de Amet platicando en plena la calle a medianía de cuadra. Uno de ellos me manda a parar. Me paro, bajo el vidrio y se lleva a cabo el siguiente diálogo:
Yo: ¿Agente, que infracción cometí que Ud. me manda a parar?
Agente: Hasta ahora ninguna, déjeme ver sus papeles
Yo: Le entrego mi licencia….
Agente: Deme su matricula y su seguro
Yo: Aquí tiene mi seguro vigente, mi matricula, mi placa nueva 2006, mi revista recién sacada, ¿qué otra cosa necesita?
Agente: Mira hacia mi parabrisas, me devuelve mis papeles y me despacha…
Yo: ¿Puedo saber por que me detuvo?
Agente: Estamos haciendo un operativo…

Mientras esto sucedía, pasaban carros destartalados, motoristas sin cascos, etc., pero esos eran “Patriotas Padres de Familia”

Hoy, lunes 14 Agosto a eso de las 12:35 PM regreso de Playa Rincón donde participaba en el Rally de la Marina de Guerra y antes de llegar a Los Alcarrizos veo por mi espejo retrovisor un carro de la policía con su torreta encendida detrás de mí. Acostumbrado a manejar en EE.UU., México y en el país del perínclito de San Cristóbal, aminoro mi marcha para pararme en el estribo de la autopista, pues una torreta encendida detrás de ti es señal inequívoca de que te detengas, cuando estoy reduciendo mi marcha y buscando mi derecha, dicho vehículo me rebasa, sortea los que van adelante y sigue su marcha. Me dio la impresión que el carro placa OP00805, que decía detrás “PRENSA P. N.” sólo trataba de avanzar en el tráfico. No vi a ningún otro conductor frenar o pensar detenerse a su señal. La verdad que me dio pena.

Estas dos experiencias recientes, que se acumulan a las que a diario experimento, cuando carros privados, yipetas y vehículos similares, me tocan sirena para ellos poder adelantarse, vehículos de la policía que transitan con sus torretas encendidas por toda la ciudad mandando un mensaje erróneo a los conductores. Agentes de Amet que paran discriminadamente, sin que esta persona haya cometido falta alguna, y su vehículo no esté todo destartalado como tantos que casi le pisan los callos porque se paran fuera de la esquina y en medio de la calle, es una falta al derecho constitucional de libre transito, y al principio que nadie te puede detener si no has cometido una falta o delito penado por la ley. Esto hace que uno simplemente no se pare, que los ignore o como hace otros conductores que le hacen una señal de enojo y hasta de insulto. Entonces se asustan y piensan o dicen “este debe de ser algún jefe” y siguen abusando del que se deje…

Y es que la población ya no respeta a la autoridad, y esta luce no tener reglamentos y leyes claros para cumplir su cometido. Uno lee que cualquiera se viste de policía o militar para atracar, robar y cometer fechorías. Lo peor es que muchas veces son policías o militares reales pero delincuentes, que se la “buscan” en su tiempo libre. Tantas vidas se hubiesen salvado si se respetara el principio del libre transito. ¿Cómo distinguir entre una autoridad que de noche te manda a detener y esos delincuentes?

Quiera Dios que esto sea tomado en cuenta y corregido en esta ola de seguridad que nos invade sin que sepamos cuánto durará que ojala sea mucho tiempo, y se vuelva a tener respeto y consideración entre la autoridad y la ciudadanía.

El respeto a la autoridad no es recuerdo de la tiranía, es la forma necesaria para que exista orden y cumplimiento de las normas y leyes del país.

Fin