sábado, marzo 29, 2014

CONSULTA Y COSAS AÑEJAS

Sin Temor…   Ni Favor…

Consultas

Luis H. Arthur S.
El Señor Presidente Danilo Medina, con su careta triste de dolor perenne de segunda mano, ya usada con buen éxito por Balaguer, terminó sus consultas sobre qué hacer con los millares de seres que han quedado en el limbo jurídico, sitio éste que ya Juan XXIII eliminó para los católicos.
No hizo plebiscito, ni consultó a simples ciudadanos, asociaciones civiles y comunitarias, sino que habló con menos de diez señores (7), la mayoría cohetes mal explotados y ya quemados, que a su juicio son juicio y conciencia nacional y a ninguna señora; ni a jóvenes con vocación de estadistas e ideas nuevas, quienes heredarán las consecuencias, como maletín lleno de facturas.
Ojalá que alguno de ellos, inspirado, le haya dicho que lo más perfecto es lo más simple, lo más justo, es lo que se hace con  amor, (“sed justo lo primero”) y que como dice el refranero milenario y diría cualquiera de esos hijos de “machepa” no consultados (99.999999….999%), que si se mete la pata, y se saca pronto se queda bien.  Que otra solución más complicada, rebuscada, imperfecta, no renovadora, solo nos traerá más inconvenientes, más pena y problemas futuros.


Cosas añejas

“La pobreza es la peor forma de violencia.  Mahatma Gandi”

Hace más de 130 años, dos científicos alemanes, siempre alemanes, estudiaban sobre agricultura.  Justus Von Liebig (1803 – 1873) habló sobre la necesidad masiva de las plantas de Nitrógeno, Fosforo y Potasio, (NPK) sin darle mayor importancia a los demás minerales, mientras Julius Hansel (1844 – cerca1903) habló que la formación de los suelos y sus nutrientes venía de las rocas fragmentadas y descompuestas, que son un tesoro quizás mayor que el oro, pues nosotros sin oro vivimos pero sin buenos alimentos no, y demostró en 1885 que  se podían obtener excelentes cosechas sin el uso de fertilizantes comerciales.  Como es normal, fue desmentido, perseguido, su libro del 1894 “Panes de Piedra” reciente mente re publicado en Colombia fue quemado, encarcelado, pues a la industria alemana y a sus empresarios le convenía el NPK para su florecimiento económico, mientras que la pulverización de las rocas locales, que originaron en su descomposición la mineralización de esos suelos, no era igualmente comercializable, pues como el aire existía en todos los campos, montañas y ríos y bastaban maquinas simples trituradoras o un simple martillo y cincel para volverlas polvo.
La historia siempre es la misma, los empresarios insaciables dominan y en su afán de negocios y crear mercados rentables, no dudan nada, inclusive perjudicar al mundo, a su gente, y por sus intereses eliminar estorbos.  Ya hemos escrito sobre los carteles de la medicina, en que hay ejemplos penosos y sobrados.
La realidad es que debido a este camino impuesto, hoy los campos están envenenados y cada vez más improductivos, las enfermedades y plagas prosperan, los arboles y frutos desbalanceados, desmineralizados y hasta tóxicos.  Nos envenenan a todos y las enfermedades, disfunciones, gorduras, canceres, y tantas más se multiplican, mientras los herbicidas, insecticidas matan a los bichos malos y buenos y nos degradan.  Nos vamos quedando sin insectos beneficiosos, sin abejas para la polinización, cosa que estas hacen en un 90%, y nosotros nunca podremos hacerlo igual.
La agricultura igual que la medicina van en declive y la multinacional, Monsanto, saca semillas a las que les mutilan su capacidad de reproducción, como si fuesen mujeres infértiles, desechables, que no necesitan polinización, que son usadas una sola vez en un paquete diseñado a acabar con lo poquito que nos queda y con los campesinos pequeños.  No es un avance, es querer cambiar las leyes milenarias de la vida y su reproducción.   Luego escribiré sobre semillas.
Ante tanto malestar en el sector, cantidades de agricultores se han ido para las ciudades a formar cinturones de miseria, abandonando campos infértiles, agotados y muchas veces envenenados, sin créditos, seguros de cosecha, apoyos, pues han estado abandonados a la mano de Dios pero con malas prácticas políticas y empresariales, y en su desesperación iban cayendo en manos de agiotistas, compradores abusivos, prestamistas, que muchas veces son la misma persona o empresa y vivían en un estado agónico de miseria y desesperanza sin nadie que los defendiera, sino todo lo contrario..
Por ello los que no tienen muchas otras alternativas están volviendo hacia el uso de viejas prácticas, abonos naturales, composturas, mineralización con harina de piedra, seguir los ciclos lunares, biológicos y estacionales, sanando sus predios.
Nuestro Ministerio de Agricultura que en los últimos años ha tenido la misión de quebrar al campo y refocilarse ellos mismos con grandes permisos de importaciones, directamente o a través de terceros, luce no tener visión de estas cosas nuevas que en realidad son viejas, que tratan de corregir el envenenamiento de los campos con agro tóxicos que hasta supuestamente nos subsidian, la baja calidad de los frutos, y la tragedia social del abandono constante del campo por los campesinos que por miseria buscan sin encontrar sitios mejores.
La Harina de Roca o Piedra se está convirtiendo en una revolución de salvación humana y médica, en un aumento de la producción y productividad con calidad, y hay que agradecer y desear que los políticos no vengan a querer mediatizarla y aprovecharla para su beneficio.  Pedir que no se les ocurra decretar que todas las piedras pertenecen al estado y que romper o triturar una amerita al menos 30 años de cárcel.
Quizás más importante o tanto como la mineralización y sanación de terrenos es el agua.  Prometo un próximo artículo sobre el agua, elemento indispensable para toda agricultura, cuya estacionalidad, ahora tan variable con este clima loco, rige siembras, y que cuando hay secas y la tierra pierde su humedad se dañan las cosechas y las esperanzas de comida, Esta variable ya está quedando atrás. 
Desde el 2009 El Nacional publico esa noticia, la cual hasta la fecha ha sido ignorada, pero que junto a la Harina de Roca dará un nuevo y sano impulso a la agricultura, a la producción sana, a la recuperación de tantos campos agotados y envenenados, lo que redundará en salud y acabará con tantas enfermedades incontrolables.
Además podría economizarse entre el 50% y el 90 % del agua actualmente utilizada, de la que la planta usa muy poco y la demás se infiltra y arrastra los agrotóxicos que tendrán que ser reemplazados hacia los niveles freáticos, también envenenándolos.
Importante también es entender que la quema de los residuos en el campo daña. Mata las bacterias superficiales, reseca, hace que los insumos se vuelen y lo que queda de cenizas no es comparable con lo que perdió, y el terreno se va erosionado.
Por algo los Europeos, desmineralizados y enfermos, exigen productos sin agro tóxicos, cultivados orgánicamente. 
Este video es una de mis fuentes.  Similares hay cientos.