DISTRIBUCION ELECTRICA ANTIROBO
Por: Ing. Luis H. Arthur S www.luis.arthur.net 14 Junio 2005
En los tiempos en que los sueños no estaban limitados por la edad ni las realidades tecnológicas del momento, la mente vagaba en alas de la fantasía e imaginábamos el rayo de la muerte de Nícola Tesla como arma infernal e invencible, que derrotaba al malo, al enemigo, vaporizándole a ellos y sus artefactos de guerra e imponiendo el bien y la justicia.
Eran principios del siglo XX cuando ese gran científico nacido el 9/10 de Julio del 1846 en Smiljan (Austria-Hungría) y muerto el 7 de Enero 1943 en New York, trabajaba en la transmisión de grandes energías puntuales a través del espacio. Rayos del grueso de un electrón. Todo terminó cuando en su último experimento financiado por la Westinghouse, el sistema generador se salió de control y reventó. Aun hoy el velo de misterio que cubre esos experimentos alimenta la fantasía, y algunos sospechan que de alguna manera incursionó en la fuente básica de energía del universo, la “energía de punto cero”, donde hay un constante intercambio de masa-energía, y que nos rodea como el agua al pez sin que estemos conscientes ni capacitados aun para interactuar con ella, y rodeados de agua nos muramos de sed.
La posibilidad de trasmitir electricidad de alta potencia sin conductores, cosa normal y corriente para baja potencia y altas frecuencias, pues las ondas de radio, TV, celulares, microondas, nos lo confirman, es aun un sueño no realizado. Si esta posibilidad fuese factible, podríamos tener plantas generadoras que llevarían su energía a poderosas antenas, y cada uno en nuestras casas, con apropiadas antenas y los equipos adecuados (trasductores), recibiríamos esa energía como hoy captamos las estaciones de radio y TV. Un medidor nos cuantificaría lo consumido y pagaríamos convenientemente.
Esto aun es un sueño por realizarse, pues sería energía dispersa, pero no descartamos que se logrará en un futuro una inter-actuación controladora y dirigida.
Mientras esto se logre este sistema de transmisión indudablemente traería como consecuencia que muchos con la antena y equipo adecuados se robarían la electricidad y tendríamos que usar tecnología digital de codificación de modo que sólo aquellos trasductores cuyos códigos estuviesen incluidos en la transmisión se “abran” y con la transformación adecuada al uso doméstico o industrial, permitan su aprovechamiento; y perseguir y castigar a los usuarios que con equipos fraudulentos trataran de aprovecharse sin pagar. Actualmente esta tecnología digital esta dominada y disponible y se emplea en las señales por satélites o las digitales en las “cajas” de tele-cable, que han logrado minimizar el robo.
Examinando la forma operativa del tele-cable actual, encontramos que la transmisión de su señal no es por el espacio, sino por cables de cobre o de fibra óptica, y esto nos pone dentro de una solución conveniente a nuestro problema de robo de electricidad del modo normal en que la trasmitimos y distribuimos por postes, transformadores, cables y conductores.
Las soluciones posibles son varias, entre otras:
1 – Si a cada cliente se le pusiera una “caja” antes del medidor que solo se abriera, esto es, permitiera que la electricidad fluyera si y solo si el código o llave de esa caja fuera incluido en la señal eléctrica (PLC).
2 - Se hiciera los mismo, pero esa caja, que en resumidas cuentas no es más que un interruptor controlado a distancia, se manejara por ondas de radio o señal telefónica alámbrica o inalámbrica.
Claro, muchos se estarán riendo pensando que sigo soñando como niño, pero a pesar que es cierto, ya puedo distinguir entre lo posible y lo ilusorio ya que todo sueño puede ser una realidad futura. Dirán que bastaría una escalera y un aprendiz de electricista para interceptar la energía con señal digital y todo, antes de la mencionada “caja” y todo quedaría frustrado. Ah!, “pero no contaron con mi astucia” y la de otros. Ya en muchos otros países han tenido y tienen los mismos problemas, vamos a aprovechar sus experiencias y adaptarlas a nuestro medio.
Esas “cajitas” y los medidores electrónicos no se ponen dentro de los hogares, se ponen en cajas mayores con sellos y seguridad en el poste, junto y detrás de cada transformador de distribución que no tiene tomas de salidas secundarias exteriores. Podríamos pensar en algo semi-integrado. De esas cajas únicamente salen los alimentadores a una media de 10 usuarios aproximadamente, radialmente en conductores concéntricos de polietileno duro, para evitar en lo posible que un vecino le robe a otro.
Además, para que nadie tenga acceso fácil a esa caja grande y sus componentes, se ponen por arriba de la alta tensión. Así, todo aquel que quiera violarla, y no tenga equipo especial de camiones con cajas aisladas, etc, tiene una invitación cordial a irse al otro mundo, por deshonesto y el que lo contrató podría ir a la cárcel por cómplice.
Aun sabemos que nada es perfecto, y que algunos encontrarán la forma de robarla, cada transformador de distribución que supla a los varios clientes, tendrá su propia “caja” y su medidor que integra el consumo del conjunto. Si el balance entre lo suplido y lo consumido no cuadra dentro de las pérdidas de precisión de los equipos y las ínfimas del sistema por calentamiento, notifica a la central, según la programación establecida y corta el suministro de ese transformador y tiene que venir la distribuidora a examinar como violaron el sistema o que falla se produjo.
Este sistema sólo es vulnerable por los distribuidores y operadores, lo cual se puede controlar con una simple auditoria contable, se puede verificar casi instantáneamente por los medios de alarma que incluyamos al sistema. Todo estará medido: La energía comprada por la(s) distribuidora(s), la enviada a cada circuito, la despachada a transformadores y subestaciones y la que consumen los clientes. Todo se integra y se balancea instantánea convenientemente. Es un sistema troncal ramificado. Esto no es un sueño. La tecnología existe y está probada y en funcionamiento, sólo se requiere que la implementemos, sin esperar ser copiones, y que otro lo hagan primero.
Este sistema tiene muchos más méritos del que hablaremos luego, entre ellos la eliminación de las distribuidoras que como intermediarios monopólicos encarecen muchísimo la energía y la sustitución por distribuidores locales en un mercado libre y abierto. La lectura remota (AMR) de todos los medidores electrónicos y el mecanismo de “Demand Response” que impulsa J.A. Vanderhorst. PhD.
Actualmente Edesur tiene 5 proyectos pilotos orientados al mismo fin, que son más o menos parecidos a lo aquí planteado. Este es más general.
Fin
