miércoles, agosto 24, 2005

PLANTAS NO CONVENCIONALES III

PLANTAS NO CONVENCIONALES III

Por: Ing. Electricista Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthurblogspot.com/ 25 Agosto 2005

Un sistema eólico cuesta actualmente entre US$900.00 y US$1,200.00 el Kw instalado, y el precio compite favorablemente con una planta de vapor que oscila entre US$1,300.00 y US$1,500.00 el Kw.

Una Planta hidroeléctrica, con presa y para usos múltiples, cuesta entre 6 y 10 veces más, y esto es comprensible, pues en su ejecución, se tiene que trabajar en sitios montañosos e inaccesibles, hacer caminos peligrosos, campamentos, túneles, el primero para desviar el río y poder hacer la presa y luego el túnel para transportar el agua hasta las tuberías de presión y las turbinas, que en algunas ocasiones se encuentra hasta 5 o más kilómetros montaña abajo buscando la máxima caída o diferencia de altura posible. Llevar los materiales y trabajar en descampado con muchos factores en contra y grandes peligros de pérdidas de vidas y de materiales.
También hay que instalar las turbinas, subestaciones y hacer la línea de transmisión para sacar la energía hasta unirla al sistema, y las casetas de control y las vivienda para los encargados y vigilantes. Si se diera el caso que va a tener contra-embalse luego de las aguas pasar por las turbinas y generar electricidad, hay que construirlo.

Como se nota, hay muchas cosas que hacer y mucho que gastar, por eso cuestan tanto.

Muchas veces hay que desalojar habitantes y comprar propiedades de las tierras que van a desaparecer cubiertas por el lago artificial que producirá la presa.

La Presa de Pinalito para uso eléctrico de 50 Mw se construye actualmente en Tireo, Constanza, a un costo de US$132 millones (US$2,640 el Kw).

Generalmente estas obras se hacen con tres propósitos:
1 – Controlar las avenidas de los ríos para que no causen daños en vidas y haciendas y disponer de esta agua represada para regadíos de campos y cosechas según necesidad de los cultivos.
2 – Suministrar agua potable a las ciudades y comunidades aledañas; y
3 – Aprovechar esas descargas cuando se produzcan para pasarlas por unas turbinas, que nada le afectan su calidad, para generar electricidad.

Nuestra media isla es muy pequeña y nuestros ríos son muy pobres, por lo que nuestro potencial hídrico es bastante limitado, y a esto se le añade que el uso primario de esas presas múltiples no es el eléctrico. Y para colmo, a la hora pico de las necesidades eléctricas, en la tardecita, no es la hora adecuada para soltar agua de regadío, pues llegaría a los campos en la noche y en la madrugada. Por esto resulta conveniente construir un contra-embalse, que es una pequeña presa para el día a día. De esta manera el agua de regadío (y de consumo humano) sale del contra-embalse a la hora conveniente, y este se llena con agua turbinada también cuando convenga. Los sistemas generación y regadío se hacen más independientes y se mejora grandemente el uso horario de esas turbinas como plantas eléctricas de pico, pues permite entregar la energía en los momentos convenientes de más consumo.

Cuando la presa está concluida, esperamos de ella muchos años de servicio. Esta es una tecnología conocida, corriente y confiable. Gastamos tanto dinero para usar nuestros recursos naturales, y tener autonomía de alimentos y de generación. Es un problema vital.

Si tuviésemos una instalación hidráulica exclusiva para la generación eléctrica y la suficiente agua para mantener todo el tiempo las turbinas trabajando, como entiendo será Pinalito, se convertiría en planta base, tal como las de las cataratas del Niágara o del Iguazú por nombrar alguna. Como este no es nuestro caso en la mayoría de nuestras presas, a éstas se le ponen turbinas y generadores sobredimensionados, de modo que puedan dar mucha potencia por pocas horas con el agua necesarias para el regadío. La realidad es que fuera de unas tres o 4 horas cada día, estos grandes generadores están ociosos por falta de agua.

Tomando esto en cuenta, es aquí donde se inserta mi propuesta anterior (ver “Plantas no Convencionales II”) de usar la energía eólica, una fuente importante de energía aun no aprovechada, no constante ni predecible, por ser una energía variable, oscilante o como folclóricamente la he llamado “loca”, para con ella bombear agua desde el contra-embalse a la presa, y volverla a turbinar, y repetir esta operación mientras haya viento que genere la electricidad que suba el agua, con una merma de la energía obtenida del viento de un 40% aproximadamente. Es como convertirnos en el Dios de la lluvia Tlaloc, y usar el viento para subir las aguas. Es costoso en un origen como lo es una presa, pero es nuestro, generará Kwh sin petróleo o carbón. Si no lo hacemos nosotros, lo harán otros y nos venderán lo nuestro.

Como se nota son tres sistemas distintos, independientes y autónomos: a) El de las presas que ya es conocido pues tenemos varias, b) el eólico en lo alto de las montaña cercanas a la presa, donde posiblemente se encuentra el viento más fuerte y constante que produce la electricidad, y con líneas de transmisión se lleva esta energía hasta una casa de bombas en el contra-embalse, y c) el sistema de bombeo y tuberías que sube el agua.

Alguien podría argumentar que podría usarse las turbinas parte del tiempo como bombas con motores sincrónicos y subir agua, como explique que hacían en Italia y tantos más sitios, en vez de tener que instalar bombas, y la respuesta es que entonces desaprovecharíamos la generación del viento que no sabemos cuando se va a presentar ni en que magnitud a lo largo del día. Cada caso requiere necesariamente de estudios, análisis y soluciones

Claro, que este esquema es muy simple. Aun le falta muchísima ingeniería, pero nadie debe de poner en dudas que es la mejor y posiblemente la única manera de domesticar una energía masiva variable y oscilante, esto es loca, como son las del viento, la solar y la marítima.

Si es cierto que se van a instalar 700 Mw de energía eólica en los próximos meses, esta cantidad no se podrá despachar al sistema interconectado y se desperdiciará si no se usa este esquema o alguno parecido que no vislumbro, y sería una aberración prohibir su instalación sin buscar alternativas, que como la propuesta, usan instalaciones existentes para hacerlas más económicas y eficientes, que si no, deberían buscarse montañas cerca del mar donde el viento no tiene obstáculos y tiene a ser más fuerte y estable, como Isabel de Torres en Puerto Plata o el Morro en Montecristi, por mencionar algunas.

Fin