martes, junio 27, 2006

LA JUNTA

LA JUNTA

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 27 Junio 2006

Pedro Calderón de la Barca nos escribió aquel poema que termina “que todo en la vida es sueño y los sueños, sueños son”, sin embargo el atraso del pueblo dominicano no es un sueño.

Hace unas cuantas semanas, Juan Bolívar Díaz en un artículo publicado por Clave Digital (http://www.clavedigital.com.do/Perspectiva/Articulo.asp?Id_Articulo=5713) puso al desnudo los avatares de las elecciones donde comenta que el 80% de las actas se recibieron descuadradas. Esto es, un grupo de personas escogidas que posiblemente son más de 7, son incapaces de sumar las boletas emitidas por 300 o 400 sufragantes y plasmar los resultados en una hoja … y hacerlo además sin faltas de ortografía.

Sabemos que en calidad escolar pública estamos en el fondo. Que requerimos urgentemente de una nueva reforma educativa, seria y de raíz. Que afectará necesariamente muchos intereses políticos y sindicales. Que requerirá de dinero, quizás de una partecita mínima de lo que se gasta en campanas electorales para dotarnos de políticos pocos serios e incapaces, que sólo van “por lo suyo”

No comprendo como una Junta Central Electoral, no haya podido escoger mejor a los representantes de casillas, a los integrantes de juntas comunitarias y municipales. A todo el personal que tuvo la responsabilidad de velar y certificar aquello que el pueblo escogió, y plasmar esos resultados en un tiempo normal de pocas horas en época de computadoras, faxes e internet. Entrenarlos adecuadamente para que fuesen confiables. Separar los incapaces y confiar sólo los más doctos.
De hace tiempo se ha fallado en hacer que ese trabajo sea un deber, un orgullo, un honor, un compromiso y no un castigo o un negocio.

Recuerdo que en las elecciones municipales del 1968 en Santiago, todos los profesores de la Madre y Maestra, entre ellos yo, fuimos llamado para formar parte de mesas electorales. Nunca más me han vuelto a llamar, y yo como tantos otros profesionales, si sabemos sumar y manejar tan escaso grupo de personas.

Habiendo ahora más universidades que gremlins con miles de estudiantes y más profesionales que nunca antes en nuestra historia, ¿como es posible que la Junta no los escoja? Nadie en capacidad mental y en salud puede negarse a contribuir con una labor que es básica a nuestra democracia y al bienestar de todos.

Luce que debemos empezar por escoger una Junta adecuada, de personas capaces. Creo que de origen existe un error, y es que la ley exija a sus miembros ser abogados y no multidisciplinarios Sin detrimento de esa profesión, no creo que los abogados sean los mejores organizadores, donde hay que escoger, coordinar a muchas personas, demasiados recursos y equipos sofisticados. No hablo de las excepciones, pues donde quiera se cuecen habas.

Son profesionales entrenado en la polémica, al confrontamiento, al retorcimiento de hechos y leyes, en defensa de sus representados, haciendo malabarismos del derecho y todo en nombre de la justicia.

Acabamos de pasar una mala experiencia tal como Juan Bolívar describe, que para nosotros fue traumática pero eventualmente feliz, no así para esos 10 muertos ocurridos en ese interregno pasional y menos para sus familiares, que como dijo el poeta macorisano Federico Bermúdez “mancharon la heredad”. Esos son muertos ajenos a todos. Son peores que muertos en guerra. Nadie se responsabiliza ni los cuenta como propios, y viene a engrosar la larga lista de los olvidados. De tantos tontos útiles sobre los que caminamos día a día en el sueño de un futuro mejor, cuando el país sea manejado por políticos sensatos y responsables, comprometidos sólo con su país y no por Pegasos que quieran alcanzar la gloria y volar hacia el sol con alas de cera, impulsandose cor la ignorancia y la pobreza de un pueblo caribeño, apasionado y atrasado.

Fin