Sin Temor… Ni Favor…
Guerra V
Luis H. Arthur S.
Esos US$17,000 millones al mayoreo que se convierten en US$64,000 millones, es un dinero que va “mojando” todo el camino de la droga desde el productor hasta que llega al consumidor final.
Es muchísimo dinero y alcanza mucho para todos, por eso pueden coludir policías, funcionarios, políticos, tener equipos de transporte nuevos y potentes, armamento de todo tipo, incluido lanza cohetes, y pueden emplear a tantos jóvenes desempleados, mal educados y ambiciosos.
Cuando gobernaba el PRI todo se permitía y los carteles con bajo perfil pagaban peajes y pasaban desapercibidos, en un actuar casi soterrado. No molestaban a la población civil. Ahora son arriesgados y descarados. Se creyeron que podían someter al Gobierno, pero a este Presidente no han podido sobornarlo, a pesar de los consejos de tantos políticos, legisladores y partidos opuestos, sobre todo el PRI que le aconsejaban públicamente que debía pactar con ellos, a la usanza anterior, como si con la delincuencia y los delincuentes se negociara.
Con este panorama, y la cruenta guerra entre carteles que producía muchos muertos y ponía en riesgo a la población civil, amén de que ya cobran hasta impuestos en algunas localidades y municipios, tratando de establecer gobiernos paralelos, el Presidente decidió combatirlos con las Fuerzas Armadas.
Es bueno notar que no se trata de delincuencia común de simple policía, que se ha visto incentivada, sino de una guerra no declarada pero que efectivamente iba carcomiendo el Estado Mexicano.
La situación es difícil, pues los narcos y sus brazos armados, acostumbrados a no tener una oposición calificada y entrenada, ahora se han visto combatidos y han lanzado una operación tratando de desesperar y amedrentar a una población pacifica y trabajadora, y en parte lo han conseguido.
Sin embargo el ejército, principalmente la Infantería de la Marina Armada de México, está enfrentándolos en todo terreno y circunstancia, cerrándoles sus fuentes de ingresos, quitándoles sus armas y sus vehículos, evitando que puedan comprar flotillas nuevas sobre todo en efectivo, confiscándoles cuentas, almacenes de especulación y todo lo que la inteligencia identifica y el público denuncia.
Se han establecido nuevas normas bancarias para depósitos en efectivo.
Aun así México es más seguro que nuestro país. En estos 45 días que llevo en Monterrey, una de las ciudades más violentadas por estos delincuentes, he podido desplazarme por todos partes y a todas horas sin sufrir o presenciar ningún problemas, más que por la TV. Mi casa sigue siendo tan segura como lo ha sido en los últimos 30 años. A veces la puerta de entrada se nos queda de noche sin seguro, como siempre está, sin ningún problema. No es una urbanización o colonia cerrada, con puertas, murallas y vigilancia, sino normal, donde el que quiera entra y sale.
Monterrey, Méx.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 19/I/2011
