domingo, noviembre 24, 2013

PUERCO ASADO

Sin Temor…   Ni Favor…

Lechón asado
 Luis H. Arthur S.
No importa que tuviera que irse.  Sería en apariencia.  Simularía, como otros antes lo han hecho con éxito.  El escenario había sido cuidadosamente preparado.  Todos estaban en sus sitios con la partitura presta.  El público sería el mismo.  Los callados, aguantadores, sufridos, aguachapados, aun dormidos.  Listos para aplaudir a rabiar hasta a quien los estuviera torturando.  Los suyos sabían que con el sustituto elegido todo estaba seguro, pero por si se alebrestaba en acto insólito, todo estaba a punto para disciplinarlo incluida la vice.  La copia del báculo de mando, del que se había entronizado como nuevo “jefecito” indiscutiblemente estaba en buenas manos.  No hay nada más útil a lealtades además del miedo que mucha fortuna económica y poca moral, compromisos ineludibles, secretos comprometedores.  Para los asustados e inconformes que se iban, la certeza de que solo de cola de ese “jefe” podría pasar inmaculados el pantano, basurero que dejaban, creado por ellos mismos, y además alentar la esperanza de que no solo seguían siendo importantes sino que volverían a reinar, a medrar de la ubre nacional que siempre da leche aun sin parir becerro.  Había que estar en la primera fila del lambisconismo.  ¡Ya se tenía empeñada hasta el alma!
Al sustituto le impusieron operar con gran parte de los mismos de antes.  Los hilos del poder no se cedían, tenían que seguir en las manos del “jefe”, era parte importante del plan.  Tendría que tocar la misma melodía, aunque podría cambiar el ritmo, pero nunca lo esencial.  Había sido puesto ahí, para su satisfacción y llenar currículo, pero sabía hasta donde tendría que someterse.  Nada nuevo, ya otros antes habían hecho el mismo papelito: Troncoso, Peynado, Negro y Balaguer.  Ellos también ganaron elecciones, aquellas obligadas, esta comprada.  La misma forma de torcer la voluntad de tantos.  A Balaguer en esa época el pueblo lo bautizó como “muñequito de papel”.
No hay dudas que aquellos conocían su rol y solo simulaban siguiendo la batuta original, hasta que con el último la batuta desapareció de golpe y entonces, con la partitura suya vuelta a sus manos que lucía heredada, hizo lo suyo por demasiados años también.
Recientemente, con irreflexión, sin pensar en las consecuencias, el público aplaudió más de lo esperado al nuevo sustituto, que tocaba la misma melodía pero con ritmo más pegajoso y dulce, como “Palito de Coco”.  ¡Eso no podía tolerarse!  Se estaba saliendo de sus límites.  Estaba opacando y poniendo en peligro el retorno triunfal y limpio del “jefe”.
Las órdenes fueron dadas.  Las enfermedades, los levantamientos y las amenazas hay que pararlas a tiempo, de golpe, drásticamente, para que no se propaguen.  Todos estaban con sus instrumentos listos, afinados, esperando solo órdenes, cual se había previsto.  Había que hacer algo contundente para escarmentar y castigar tal afrenta y se les ordenó a las trompetas del TC que tocaran fuerte y alto, que hicieran mucha bulla, desafinaran y crearan un gran rebú.  Como dicen los que saben, se aprovechó que se le había apoderado de un amparo, y para resolverlo se basaron en leyes alguna derogada hace 50 años, y aprovecharon también para hacer algo no pedido, para lo que no tenían apoderamiento, pero que aunque fuera ilegal le alborotaría al sustituto el gallinero nacional e internacional, todo porque en una encuesta supero el 80% de popularidad, de aceptación.  ¡Acaso este mequetrefe se cree superior a mí!  ¡Acaso cree que puede opacarme y devaluarme!  Hay que aleccionarlo, y vaya lección, fuerte, dura, larga, que no cesa y no se sabe cuándo terminará.
El pueblo se molestó, se dividió, entonces, como camisas pardas hitlerianas, se despertaron instintos dormidos, vino la quema de libros, la propaganda sin caras, las amenazas de muerte pública a personas señeras con nombre y apellido.  Tres millones de panfletos a repartir y ensuciar el país.  Uno por cada tres dominicanos.  Empresarios que por dinero no solo imprimen lo que sea, sino que venden la soga con que eventualmente los ahorcarían como dijo Lenin.
El sustituto luce que resintió mucho el golpe público (¿y el privado?) pues aun no reacciona, quizás lo está asimilando con Antiflogistina y Mejoral, la lección ha sido dura y descalificante.  Los tambores de cuero de chivo berreador de la Junta resuenan incesante cambiando constantemente de mensaje, hacen eco a las trompetas, pero todos tocan distorsionados, sin compás ni ritmo, cada una en tono distinto e infamante.
Vivimos en un país donde al delincuente lo premian y protegen, al cumplidor lo castigan y lo castran (¿se podrá castrar a una Fiscal mujer?), donde los ladrones con ese abundante dinero caído del infierno demandan a los críticos, amenazan a todos, es decepcionante y paralizante, aunque tiene uno que honrar e inclinarse reverente ante las incesantes medusas (aguavivas venenosas y urticantes) que con muchos tentáculos tienen locos a algunos pues causan quemaduras, escozor, complicaciones y hasta la muerte.  También ante muchos valientes que todo lo arriesgan ante la apatía generalizada, ante los escogidos para ejemplarizar acusados de traidores y señalados para que pierdan sus vidas en manos de panfleteros oficiosos de origen conocido que lucen oficiales, bien dirigidos y pagados, que los amenazan pública y descaradamente, que dañan al país, que lo dividen más de lo que estaba, sin que autoridad alguna se decida a imponer la ley, restablecer y preservar el orden público y callar esos tambores y esas trompetas que los tienen reguileteando de aquí para allá y de allá para acá, a poner orden en el TC.  Increíble que 11 personas, con leyes no vigentes, con sentencia ilegal dada sin apoderamiento, arrodillen a un país ante sí y el mundo, y que se diga que nada se puede hacer.  Esta horda de analfabetos epilépticos que nos gobierna tiene que buscar cómo hacernos parte inteligente del conglomerado internacional, y no existir solo para robar, endeudar, discriminar, esclavizar, abusar y heredarse los gobiernos.
Presidente Medina, trate de bajar popularidad en las encuestas más de lo que con este alboroto se ha perseguido, para que Ud. pueda terminar su mandato, aunque sea sin pena ni gloria, pero vivo.  A usted lo pusieron en el brasero.  Usted se ha mantenido en él.  Si no apaga algunas brazas o todas, y rápidamente se baja de ese infierno en llamas, con su anuencia y miedo lo van a seguir asando como lechón de navidad, y en ese pleito de poder, van a acabar de desacreditar a este paisaje que ni sus leyes cumple, despertando esos instintos ancestrales salvajes de crueldad y estupidez que aun tenemos vivos y que es la manera normal de actuar de nuestros vecinos, lo que penosamente ratifica que en el fondo no somos diferentes.

Sto. Dgo., R.D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 24/XI/2013