martes, septiembre 07, 2010

ALTAGRACIA PAULINO

Sin Temor… Ni Favor…

Altagracia Paulino


Luis H. Arthur S.

En su artículo semanal del 6 de los corrientes en el periódico HOY, Doña Altagracia Paulino Directora de Protección al Consumidor, pone el dedo en la llaga de lo que está pasando no solo en nuestro país, sino en la mayoría de los países del mundo, donde se ha perdido el valor de SER y se ha sustituido por el de TENER.
Nuestro país no había vivido una descomposición tan grande como la que estamos viviendo, bajo un joven capaz y perverso, que se ha adueñado de un partido, equivocadamente llamado de la Liberación Dominicana.
Este gobierno no inventó la corrupción, pero la ha implantado a un nivel tan increíblemente grande, que no podíamos ni siquiera sospechar que llegaríamos, y aun seguimos cayendo.
Doña Altagracia es de esos seres que como flor, perfuma y embellece el feo y hediondo pantano que la rodea, con una insospechada voluntad de hierro en su frágil ser.
Es una de las muchas excepciones a esa regla que nos está dominando por el ejemplo diario y la impunidad reinante, ella, sola, sí se arriesga, pelea y batalla contra malandrines y molinos de corrupción que muelen y trituran la pobre economía de todos, afectando más a los humildes y desamparados, en un afán de fortuna y lucro inmoral y desmedido, donde todo limite se ha perdido. Ella hace que el pantano hieda un poquito menos.
Crítico acérrimo a tanta maledicencia, al ver a esta señora solitaria, que comparte quizás con otras dos únicas instituciones, que tratan de reivindicar a este régimen malvado, me oferté para aportar mi medio granito de arena a su encomiable labor, para que no se la coman viva.
Otros señores, también se le han unido aportando más y entre todos queremos servirle de puntal y apoyo desinteresado para que no la trituren.
Sólo nos mueve al conformar ese Consejo de Asesores Honoríficos, ayudarla cuando ella así lo precise, con nuestros limitados conocimientos y la experiencia de tantos años de vida.
Dije una vez que me decidí a escribir, porque aunque nací 25 años antes de la caída de Trujillo, entendía que al marcharme dejaba un país peor que el recibido, y como miembro de una generación que disfrutó de penas y triunfos, dolores y alegrías, pero con orden pública, honor y moral familiar, he querido al menos expresar mi disgusto para que tantos, que sienten igual que yo, salgan de su pasividad y se animen a no permitir que mercadólogos sin entrañas, explotando la miseria y la ignorancia nos hundan más.
Gracias Doña Altagracia por permitirme compartir con su gran persona y su labor trascendente. Ojalá Ud. pueda ayudar a reponer el SER antes que el TENER.
Mty., Mx..* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *7/IX/2010