lunes, octubre 30, 2006

DISTORSION CERCANA

DISTORSION CERCANA

Por Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 29 Octubre 2006

Hay cosas que para apreciarlas hay que retirarse prudentemente. De cerca lucen distorsionadas. De lejos se confunden. A contraluz se difuminan. Pinturas, paisajes, caricaturas, personajes…

Nuestro Presidente de hablar bonito e ínfulas hemisféricas, fue reconocido por la Revista “Latin Trade” de Miami como “Personaje del Año”. En el 2000 había sido también distinguido. Debemos felicitarlo y compartir su logro y felicidad. Qué bueno que ellos lo ven así y lo enaltecen, como promotor de inversión extranjera (a ellos sólo les importa la suya. La demás es competencia desleal)

Los que aquí vivimos, testigos cercanos de su diario desempeño, de su actuar, vemos otra cosa muy distinta. De seguro la cercanía nos distorsiona, y su oscuridad de adentro contrasta demasiado con su claridad de afuera. Oscuridad por falta de electricidad; por embarcarnos como corderitos en el reto de acuerdos comerciales sin haber preparado antes el marco jurídico y la racionalización de impuestos, para tener posibilidad de competir.

Claro, los puntos de vista de allá para acá y sus conveniencias, son distintas a las nuestras. Para ellos, mientras más mansos, sumisos, pobres y baratos sean nuestros bienes e infraestructuras, mejor. Para nosotros es al revés. Una especie de tragedia, que se vuelve holocausto ante el aumento de impuestos que trajo como tarea del sentón que le dieron en el FMI y la Casa Blanca. ¡Niño malo, niño malo…! ¡Váyase de castigo y no vuelva hasta que no esté arrepentido de su mal comportamiento y poco rendimiento…! ¡Lo vamos a estar vigilando! ¿Está claro?

¡Siiii Señor…! A la salida le dieron paleta para que se endulce y no llore…

¿Y cual es la tarea? Subir los impuestos; pagarle a los generadores; subir la tarifa de la luz; meter a la cárcel con nueva ley a todo el que prefiera comer a pagar la factura confiscatoria…. ¡Niño travieso! ¡Así nunca vas a realizar tu sueño de Nueva York chiquito, de trencito de juguete, ni reelegirte, ni tener RDCafta!

A nosotros, que vemos de cerca, a contraluz, torcido y con aberración cromática por el llanto, sólo nos queda decir si como el chinito, porque hace tanto tiempo perdimos los pantalones, que fueron reemplazados por la conveniencia, la máscara y el doblez.

Luis@Arthur.net