martes, diciembre 14, 2010

GOBIERNO CONTRA PUEBLO

Sin Temor… Ni Favor…

Gobierno contra pueblo


Luis H. Arthur S.

Al pueblo le subió la bilirrubina y en estado de ictericia le pide, le exige pacíficamente al gobierno en un tsunami amarillo que cumpla con la ley del 4%, de su autoría, que fue promulgada hace 13 años.
La realidad que vivimos y estamos viviendo hace que tantos discursos se vuelvan mentirosos y demagógicos.
Ante esta estúpida reacción, no solo actúa contra la voluntad del pueblo del que es mandatario. Pueblo que militantemente se ha manifestado claramente por medio de su gente y de sus principales instituciones civiles, sobre lo que quiere que se haga con su dinero. El gobierno sin sopesar las consecuencias se convierte en su enemigo, cosa que solo se da en dictaduras, nunca en democracia.
Ya no saben qué hacer ni que decir. Que si cambiar el presupuesto sería “parcelarlo”, que si el Congreso, que aprobó esa ley y que es el supuesto defensor del pueblo, pide ayer a la justicia que declare la ley del 4% inconstitucional.
La verdad es que están atrapados en su propia legalidad.
No tienen como sustraerse a la legalidad, pues gobernar y cumplir las leyes es el trabajo para el que fueron elegidos, y esta ley además es justa y desesperadamente necesaria ante la brecha del saber que cada día diverge más.
Se han cansado de propalar que Republica Dominicana ha crecido consistentemente a un ritmo superior a toda América latina y comparable mundialmente solo con china y unos cuantos otros países, lo que elimina el que no existan recursos.
Hay que decir como dijo Juan Bosch, que quizás desde la tumba se empiece a vengar de estos farsantes, que les está pasando como a chacumbele. Ellos mismos se están matando.
El pueblo ha llegada en su despertar a un punto en que no importa que el gobierno con su poder antidemocrático ahogue este justo reclamo o no. Como quiera va a perder. La soledad del poder les está invadiendo y el espectáculo que están dando, nacional e internacionalmente que es donde más le duele, es deprimente y calificativo.
No hay justicia en querer ahogar el reclamo popular al cumplimento de la ley, la simple acción ya los exhibe feamente.
Leonel entró en el tobogán del descreimiento. Le llegó la hora de quitarse la máscara.
De ahora en adelante no tendrá paz ni respiro. Vendrá lo de la Barrick, la ley de electricidad y el pago de los apagones, y tantas otras leyes que dictatoríalmente no cumple. La verdad que le está llegando el reverso de la medalla. ¡Ya hasta Danilo lo ningunea! Le esperan tragos muy amargos.
Monterrey, Mx.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *14/XII/2010