miércoles, diciembre 08, 2010

NO BASTA

Sin Temor… Ni Favor…

No basta


Luis H. Arthur S.

Tantas veces pensamos y nos quejamos de la deficiente educación estatal. Creemos que debe mejorarse drásticamente, y llegamos a pensar que con sólo darle a este sector el 4% del PIB que consigna la ley, en lugar de escamotearle ilegalmente la mitad, lograríamos tener eventualmente un pueblo capacitado y hasta educado.
Vemos como la realidad nos estruja en la cara las cifras frustrantes de que el 50% de los que se inscriben en nuestras demasiadas universidades sin rasgos de excelencias, no terminan, y que sólo entre el 10% y el 20% de los graduados, lo hace dentro de su tiempo debido, llegando algunos a convertirse en verdaderos fósiles universitarios, consumidores de preciosos recursos escasos.
Independiente de cualquier consideración al respecto, estamos dilapidando recursos, gastando pólvora en garzas, sin que de ello se derive un bienestar comparable a lo esperado, y logrando además un más bajo nivel de inversión por alumno que redunda en profesionales con muchas carencias y deficiencias.
Pienso, como ya he dicho, que hemos abandonado lo esencial, lo primario, lo simple, que es como la zapata de las construcciones. Cada día perdemos más de todo lo que hace de la convivencia una experiencia enriquecedora y llevadera, y vamos cayendo en el caos del primitivismo. Me refiero a cosas sencillas pero básicas de la convivencia armónica.
A la mayoría de los maestros primarios, pero también de todos los niveles, les da lo mismo perder el tiempo, no asistir, no preocuparse en trasmitir conocimientos y principios morales, disciplina, formar a sus alumnos como entes pensantes, lógicos y desarrollistas, y es que también ellos cada vez más carecen de estas cualidades. No muestran preocupación tampoco en enseñar con el ejemplo y menos el respeto a normas, horarios, puntualidad y jerarquías.
El caos arropa nuestras vidas en estas cosas simples, en cruzar calles, en dar derechos de vía, en respetar al prójimo, en tener vergüenza de nuestros actos, el estar orgullosos de nuestras acciones y de la vida, en vivirla con dignidad y decoro. Vivimos en una sociedad y en un tiempo en que “nada es nada”. El hogar de unión es ahora de discordia, el gobierno es ladrón, despilfarrador, descarado, demagogo. La justicia se vende, no hay sanciones para muchos, la impunidad nos arropa y las sentencias se venden. La autoridad coludida, no protege. No nos importa el transitar en contra vía, o doblar cruzando carriles temerariamente. Ni hay vergüenza en pedir y ofrecer dadivas, al funcionario o autoridad. Total, que siendo necesario y base primaria, no basta sólo con más dinero, para la educación, aunque hay que cumplir la ley. De alguna manera tenemos que renovarnos, reinventarnos, tenemos que evitar seguir cayendo, tenemos que levantarnos. Penosamente este gobierno es el más corrupto y corruptor y cada vez vamos cayendo más en la oclocracia.
Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *8/XII/2010