viernes, mayo 27, 2005

CONCIENCIA EN SOLITARIA

CONCIENCIA EN SOLITARIA

Por: Luis H. Arthur www.luis.arthur.net 26 Mayo 2005

“….tanto poder, títulos, estrellas, medallas, ramos y servidores incondicionales, entre todos, han metido la conciencia en solitaria.”

Para ejercer una función pública o privada cualquiera y sobretodo una de alta jerarquía, lo mínimo que se requiere es ser capaz, esto es, “apto, con talento o cualidades, para ejercer personalmente un derecho y el cumplimiento de una obligación”.

Toda persona tiene por necesidad conciencia, o sea, “la propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta”. “Conocimiento interior del bien y del mal”. Así el actuar apegado a ella es “seguir en el modo de obrar lo que le dicta su propia conciencia. Se dice más comúnmente cuando es sobre aquello en que hay duda de si se puede ejecutar o no lícitamente”. La conciencia erronea es “La que con ignorancia juzga lo verdadero por falso, o lo falso por verdadero, teniendo lo bueno por malo o lo malo por bueno”. El ancho de conciencia de una persona “es que a sabiendas obra o aconseja contra el rigor de la ley o la moral”.

La Policía es el “Cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas”. (tomadas del Diccionario Real Academia http://www.rae.es/ )

Para ser Jefe o Director General de la policía u ocupar cualquier cargo dentro de ese cuerpo, se requiere como ya dijimos, ser capaz y tener conciencia. Saber lo que está haciendo. Tener moralidad y distinguir perfectamente entre el bien y el mal, conociendo las leyes que le obligan y limitan.

En nuestros tribunales se lleva a cabo un juicio contra unos 59 altos jerarcas de dicho cuerpo, que dentro de su función moralizadora y de mantenimiento del orden público usufructuaron convenientemente vehículos recuperados por esa institución de robos a la ciudadanía, a quienes negaban haberlos encontrado. Lo disfrutaban para uso oficial, personal de sus familias, hijos, queridas, novias y allegados.

Es un espectáculo sumamente penoso, ver a aquellas figuras otrora señeras, que suponíamos dignas de todo respeto y honores, todopoderosas, acudir como reos ante la figura frágil de una Jueza, que con la ley en la mano les juzga y somete al orden, cuando se quieren aglutinar para defenderse del modo clásico a que están acostumbrados.

Los argumentos que esgrimen son infantiles, que esa era práctica común desde siempre, que también el actual Jefe de la Policía se lucró (lo cual el desmiente), que tan pronto le pidieron los vehículos ellos lo devolvieron, y algunas otras similares, que ponen a uno a pensar si eran personas capaces y con conciencia quienes manejaron por tantos años ese organismo del Estado. Tendría uno que admitir que la Policía se convirtió en una banda de delincuentes con la anuencia del gobierno y a espaldas del pueblo.

Uno recuerda tantos casos de abusos de militares, crímenes, despojos de tierras a ciudadanos indefensos y campesinos, cuyas denuncias ante la justicia de entonces y de las cuales se hicieron eco los medios de comunicación idóneos, y que caían al vacío y quedaban huérfanas del amparo Estatal.

Si uno supiese o sospechase que esto ya terminó, podría cantar albricias, pero el Periódico Hoy, del Jueves 16 Mayo 2005, página 16A bajo la firma de Manases Sepúlveda, dice lo siguiente, transcribo, pues no está en Hoy Digital: “El Jefe de la Policía, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, dijo ayer, durante una audiencia en el Quinto Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, que los altos oficiales implicados en el usufructo de vehículos robados, no tienen ninguna responsabilidad penal para estar sentados en el banquillo de los acusados. Pérez Sánchez también sostuvo que los oficiales que tenían cargados esos vehículos, estaban usándolos de buena fe y al servicio de la institución. Igualmente el jefe de la Policía resaltó las condiciones morales de esos oficiales presentes en la audiencia. Cuando Pérez Sánchez terminó sus declaraciones fue aplaudido y ovacionado en el tribunal donde se conoce el caso contra 59 oficiales activos y retirados. Creo que de buena fe fue que esas personas devolvieron esos vehículos” fin de la cita. Muestra palpable de conciencia errónea.

Esas declaraciones se produjeron luego que el anterior jefe de La Policía, Mayor General (R) Marte Martínez, en el propio tribunal, le acusara de haber también disfrutado de varios de esos vehículos en la Dirección Legal de la Policía (léase bien, LEGAL) que él encabezaba antes de ser elevado por el actual presidente a la posición que ostenta, añadiendo además que no se habían podido identificar dichos vehículos por tener las series limadas……..

En días pasados leí en el periódico un artículo sobre el Teniente Amado García Guerrero, en relación con la muerte de Trujillo. Relataba el autor, al igual que lo hace Mario Vargas Llosa en “La Fiesta del Chivo”, que el teniente había sido llamado por Johnny Abbes a su oficina, donde fue cuestionado acerca de su lealtad al régimen, luego que le hubieren negado el permiso para casarse, debido a que la novia era familia de “enemigos” del Jefe. Había que someterlo a la prueba de lealtad. Para ello Abbes lo llevo frente a un jovencito que había sido maltratado y torturado y le ordenó que lo matara. Uno no sabe lo que pasaría por la mente del teniente Amado García Guerrero, quien ante esta disyuntiva, sabiendo qué le esperaría sin no accedía, sacó su pistola y de un tiro mató al joven. Sin embargo, ese acto acicateó su conciencia y no le hizo olvidar su moral, sino todo lo contrario y se dedicó a conspirar contra Trujillo, hasta que la acción se culminó exitosamente y días después pago con su vida su noble acción, tratando de evitar así que otros muchos fuesen inducidos en el crimen para probar su lealtad y así comprometido, recibir ascensos y honores.

Esas prácticas de comprometer al “limpio y talentoso”, con sus diferentes variantes, para que no vaya a creerse puro y amenazar en lo futuro a los delincuentes y corruptos, se ha comentado siempre ser práctica continuada en todas las ramas de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, como también entre políticos y mafias. Con dinero, “ganchos” y otras sutilezas lo ingresan a la que hoy bautizo como la Congregación de los Pecados y Perdones.

Nuestro talentoso actual Jefe de la Policía dio esas increíbles declaraciones que son imposible de entender y menos de digerir.

Todos sabemos los bajísimos sueldos de los miembros de las FF.AA. y la Policía Nacional, y comprendemos que todos quieran buscar formas de completar un poco sus ingresos, pero el hecho de su posición, de su compromiso, de la organización en la que sirven, tiene que dotarles de una conciencia clara de la que no se pueden escapar al buscar esos negocios “extra curriculares” únicamente en el campo de lo lícito.

Un ciudadano que roba un bien, busca también erróneamente completar sus ingresos. El cuerpo del orden lo persigue, captura, recupera el bien y manda a la justicia al delincuente a expiar su culpa. De ninguna manera puede hacer lo mismo el que perseguía, negar que lo haya recuperado, usufructuarlo y si lo descubren alegar ignorancia y buena fe. Tarde o temprano, como ahora, a todos nos llega la hora de rendir cuentas, y entonces será el “crujir de dientes”, como dice el evangelio.

No entiendo repito, como personas capaces, que persiguen a delincuentes por haberse apropiado a hurtadillas de bienes ajenos, actúen de buena fe al apropiárselos ellos negándoselos a sus legítimos dueños.

Cuando oí esas declaraciones por televisión, me dije: ¡Pobre Mayor General, tiene sus horas contados en el cargo como Jefe de la Policía!, y recordé los amplios elogios que como persona y profesional de las leyes había recibido. Lo que no se es como ni cuando lo comprometieron, pues es la única explicación lógica que puedo encontrar.

A nuestro actual Jefe de la Policía le recuerdo al héroe Nacional Teniente Amado García Guerrero.

Hoy, un día después y viendo que la autoridad superior no ha reaccionado, después de tantos discursos lindos, pienso que quizás tenga que esperar unos días más o aceptar la realidad de que todo seguirá igual, que tanto poder, títulos, estrellas, medallas, ramos y servidores incondicionales, entre todos, han metido la conciencia en solitaria.

Fin.