domingo, febrero 14, 2010

CÍRCULO PERPETUO DE LA POBREZA

Sin Temor… Ni Favor…

Círculo perpetuo de pobreza


Luis H. Arthur S.

Mi artículo de ayer La Miseria como Excusa, ha originado que varios lectores me contestaran con comentarios muy buenos. A continuación reproduzco el recibido de una amable lectora quien prefiere quedar en el anonimato, y que tiende a darle contenido al mío.
“Hola Luis:
Luego de mi comentario anterior a tu articulo Inviables y Confundidos, sobre el comportamiento de los ciudadanos haitianos, te envío algunas observaciones que pudieran ayudarnos un poco a entender la actitud a la que haces referencia en tu articulo La Miseria como Excusa.
Entre algunos expertos educadores se debate una teoría denominada El Circulo Perpetuo de Pobreza, que sostiene que todos los grupos socioeconómicos poseen una cultura particular que consta de valores y creencias singulares; y que, las particularidades culturales del grupo de personas pobres pueden contribuir a mantener a familias enteras atrapadas dentro de un círculo perpetuo de pobreza, durante generaciones y generaciones.
Entre quienes han explorado esa vertiente se encuentra la Dra. Ruby K. Payne, (educadora norteamericana) quien ha investigado (y escrito) extensamente sobre la materia. En su libro titulado Esquema para el Entendimiento de la Pobreza (A Framework for Understanding Poverty), la autora habla sobre el sistema de clases sociales que existe en los Estados Unidos: clase alta rica; clase media; y clase trabajadora ó pobre. Según Payne, cada uno de estos grupos tiene un marco particular de reglas y valores culturales; y cada uno de estos marcos es diferente al de los otros dos grupos. En su obra Payne describe estos marcos culturales, a fin de ayudarnos a conocer la cultura de la pobreza y entender como el marco de reglas y valores de la clase pobre tiende a mantenerles atrapados dentro de un ciclo perpetuo de miseria.
Por ejemplo, nos explica que los pobres dan un sentido muy diferente al factor tiempo; generalmente no hacen ningún tipo de previsión, sino que sencillamente viven el día a día, lo que les impide desarrollar el habito de ahorrar dinero, algo imprescindible (tanto para ellos como a sus hijos y descendientes) para lograr salir de la pobreza.
Según Payne, uno de los aspectos más singulares de la pobreza heredada es el efecto de impotencia asimilada que se pasa de padres a hijos durante generaciones. Esta impotencia asimilada puede explicarse como la ideología de que no existe la forma de salir de la pobreza y que, por tanto, a fin de hacer lo mejor posible de la situación, uno debe vivir el momento y gozar de cuanto pueda, en el momento en que se pueda. Esto hace que la gente gaste el dinero en la medida en que lo recibe, enseñando a los hijos a hacer lo mismo, lo cual crea una trampa que les mantiene –y mantiene a sus hijos– en una invariable condición e de pobreza.
La autora enfatiza cuán importante es que se conozcan la singularidad de estas diferencias culturales antes de emprender actividades de trabajo con personas pobres, a fin de evitar la frustración y lograr trabajar con ellos de manera efectiva con respecto a sus ideologías, ayudándoles a conocer y aprender las formas en que pueden ayudarse a sí mismos –y a sus hijos– a escapar de ese ciclo. Según Payne el aprendizaje requiere de ciertas condiciones y ese respecto agrega:
“El énfasis ha estado siempre en enseñar. La teoría siempre ha sido de que si se enseña lo suficientemente bien, el aprendizaje habrá de darse. Pero todos sabemos de situaciones e individuos (incluyéndonos a nosotros mismos) que en un momento dado decidimos no aprender. Y todos hemos estado en situaciones en las cuales nos ha resultado prácticamente imposible aprender, fuese porque no contábamos con la formación y antecedentes necesarios o porque no sentimos la inspiración o la confianza requeridos, a pesar de habérsenos presentado la instrucción en forma correcta”.
Esta reflexión pudiera ayudarnos a comprender la actitud del grupo de personas al que se hace referencia en la entrevista del Dr. Armando Armenteros con el representante de una comunidad y ONG religiosa.
Otro importante dato que aporta Payne es que, la salida de la pobreza no se logra con tan solo adquirir una gran suma de dinero; elevar de nivel de manera exitosa implica una separación o abandono del medio, de las relaciones y de los afectos que se conocen. Esto nos ayuda a entender por qué la cultura de la pobreza tiende a mantener familias completas atadas a un ambiente de miseria, durante varias generaciones.
Este último señalamiento también pudiera explicar porque los emigrantes (mexicanos, dominicanos, haitianos) que llegan a un país extranjero, al encontrar una colonia de compatriotas (funcionando fuera del círculo de pobreza habitual y desenvolviéndose en un medio más elevado) logran aprender a trabajar y consiguen superar sus propias condiciones de pobreza extrema.
Así pues Luis, evitar que tu profecía resulte cierta y que Haití no siga pesando en la consciencia mundial puede que requiera mucho más que fondos y alimentos de parte de las naciones poderosas. ¿Quién sabe? Tal vez valdría la pena que la comunidad internacional considere la sugerencia de Payne e inviertan algunos recursos en trabajar con ellos (no sólo para ellos), “de manera efectiva con respecto a sus ideologías, ayudándoles a conocer y aprender las formas en que puedan ayudarse a sí mismos –y a sus hijos– a escapar de ese ciclo de miseria” que les atrapa.
“Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida” - proverbio chino
Muchas gracias. Luego lo comentaremos. A continuación reproduzco el artículo “La Miseria como Excusa”.
Sto. Dom., R.D.. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 15/II/2010