jueves, febrero 04, 2010

LEVANTAR AL HO DESVALIDO II

Sin Temor… Ni Favor…

Levantar al hoy desvalido II

Luis H. Arthur S.

En referencia a los 33 niños que iban a ser llevados a Cabarete, se aclara que era a un antiguo hotel que ahora pertenece a la Iglesia Católica y le iba a ser prestado por 6 meses para refugio temporal de esos niños, mientras los miembros de la Iglesia Bautista que intentaron introducirlos ilegalmente al país tramitaban los documentos para trasladarlos a EE.UU. Un gran alivio. Aun así, estos señores siguen detenidos por violentar leyes Haitianas en tráfico de menores.
El Presidente René Preval, hasta hoy y que yo sepa, no ha dirigido ni una sólo alocución, edicto o declaración a su pueblo. Explicándoles los problemas, dándoles el pésame, llevándoles esperanzas, reorientándoles, ordenado a tanta gente sin orientaciones y reordenando el país herido. Ya enfrenta manifestaciones que piden su derrocamiento.
Debía, a mi parecer, haber cambiado la capital a otra ciudad, Cabo Haitiano, por ejemplo u otra más cercana, mantener organizado a la mayoría del país (el 67%) que casi nada ha sufrido directamente, y tomar el mando de las ayudas de los países que tan espontáneamente han llegado a ayudar masivamente. Decidir sobre lo que le convenga a HAITÍ. Penosamente luce ser sólo un presidente en minúsculas, buen mozo, de fachada, sin capacidad ni liderazgo y quizás hasta con mucha aversión a la “chusma” que supuestamente gobierna. Debería dejar de quejarse sólo de que perdió su casa y su blanco Palacio, que era la sede pero no el gobierno, ni el Estado, y no ser tan sumiso a EE.UU.
Ya van 20 días de inacción política. Haití no sólo es Puerto Príncipe y sus alrededores. A los otros 6 millones nada les pasó. Su vida es casi normal, sin embargo no luce haber solidaridad entre ellos.
Algo hay que hacer rápidamente. Una autoridad capaz tiene que surgir, que entienda sus problemas, su condición tribal y violenta y que no sea de la élite que se avergüenza y discrimina a su gente humilde que son la inmensa mayoría. Hay que reactivar y establecer nuevas siembras, canales de distribución, reconstrucción de casas, hogares, escuelas, acueductos, hospitales, caminos, empresas y ayudarles en sus psiquis, para que no se conviertan en un futuro cercano en una especie de marabuntas que arrasen hasta con sus vecinos, que somos nosotros, y mientras esto se va logrando, mantener la ayuda de comida, medicinas, materiales de construcción, etc., que necesariamente irá disminuyendo a medida que Haití se ponga de pie, y seguir ayudándoles eficientemente hasta que se conviertan en una nación viable y progresista, que viva de su propio esfuerzo.
Sto. Domingo, R.D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 4/II/2010