lunes, junio 14, 2010

NORMAS IV

Sin Temor… Ni Favor…

Normas IV


Luis H. Arthur S.

Quiero recalcar la idea expresada, para que quede bien clara: que sin importar que medios y equipos que sean usados para despachar una mercancía o brindar un servicio, de si están arreglados o no, si son viejos o nuevos, si las balanzas usadas por el vendedor están taradas o el despachador la pisa por detrás, para despachar menos, o el truco que usen, lo totalmente relevante es que lo recibido por el consumidor o usuario, esté acorde con lo pagado según la ley.
Como ejemplo, si una persona va a un banco a cambiar un cheque, los billetes y monedas con que le paguen, si lo contaron una o múltiples veces a mano o con una de esas modernas maquinitas contadoras actuales o futuras quizás de laser lectores de caracteres o chips embebidos, si está fiel o “arreglada”, si el cajero o los empleados que hayan intervinieron se equivocaron, por error, maña o lo que fuera, lo único verdaderamente relevante para esa persona, lo que realmente le importa, es que le den la cantidad correcta de moneda lícita (no falsa) para cuando él al tomarlo y antes de marcharse la cuente, lo recibido esté conforme con lo debido.
Lo demás es realmente problema del Banco, la Superintendencia, etc., al igual que los medidores y afines de despacho en el país, de cualquier producto medible o pesable, es problema, entre muchos otros, del despachador y de Digenor, institución que estará también presionada si aparecen fraudes y se cierran establecimientos por despachos fraudulentos, cuestionando al menos su eficacia.
Pro-Consumidor tiene que proveer lo medios idóneos, transparentes y legales para asistir al cliente, a quien sin recursos y Fe Pública le es difícil probar, documentar e imposible obligar a la corrección del problema y a la restitución de lo faltante.
Digenor tiene además de corregir el problema, multar, cerrar, aplicando las sanciones que marque la ley, y ambas Instituciones darse a respetar para que sus peritajes y sanciones se cumplan y sus sellos no sean olímpicamente violados y rotos.
Espero haber podido dejar claro cuál es la idea, la creencia y la modesta sugerencia a Pro-Consumidor.
Debo de añadir a favor de esta línea de pensamiento, que en un país corrupto como este, es demasiado fácil comprar información y documentos, como se compra los relativos a allanamientos por droga, para que el capo tenga tiempo de huir y esconderse, o los expedientes oficiales: policiales, judiciales o aduanales.¡, y tantos otros.
Las inspecciones de los medidores, vienen precedidas de todo un operativo interno y de logística de traslado para una o las dos Instituciones y simultáneamente, que toma tiempo, mientras que los operativos sorpresa, rutinarios, dirigidos por denuncias o al azar, son más difíciles de develar, y operarían como una verdadera protección al consumidor, de que lo despachado, o el servicio prestado, esté acorde en cantidad y calidad de lo comprado y pagado.
Todo lo demás es complicar a Pro-Consumidor, hacerla lenta, burocrática, duplicar esfuerzos de personal y dinero, en una forma de trabajo que aunque la ley se lo permita, no es su verdadero e intrínseco fin trascendente, aunque sí lo pueda hacer esporádicamente cuando las circunstancias así lo ameriten.
Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 14/VI/2010