lunes, julio 19, 2010

ENTELEQUIA I

Sin Temor… Ni Favor…

Entelequia I


Luis H. Arthur S.

En este paisito de juguete, nosotros somos los actores.
No importa que algunos soñemos con un verdadero país, a la mayoría no les interesa, y la minoría, aunque se desespere, no impone ni voluntad ni cambio.
Vemos con abulia como la Policía mata, asalta, protege y no es capaz de encontrar culpables. Como sus miembros son dueños de colmadones, puntos de droga, bandas, y se ponen como delincuentes, con nocturnidad, escondidos en sitios oscuros, sin uniforme, a parar vehículos y personas, para robar y matar a infelices. Como asesinan, y luego los jefes protegen diciendo que fueron recibidos a balazos, y que en un intercambio de disparos, de esos que se suceden por miles al año, tuvieron que matar repeliendo la agresión, cuando los videos muestran como asesinaron en el suelo, cuando ya estaba sometido, y le pusieron armas inexistentes, posiblemente las mismas con que tantos han sido falsamente involucrados.
Como un Presidente paseador, no recrimina, no impone su autoridad, no castiga, sólo apoya, felicita, mientras los titiriteros morimos.
Como modifica la vieja Constitución olvidando el consenso, e impone una con muchos artículos retrasantes, y ahora, apenas con unos meses, se aprestan a modificarla nuevamente para que el Perínclito siga, sino su esposa, en franca burla a todos y especialmente a los aspirantes de su partido, que como babosas se encogen, demostrando que no son dignos ni capaces de ser lo que aspiran, pues no tienen el temple, ni el coraje y menos la voluntad de luchar por lo que tienen derecho, sino que esperan el dedo que los señale.
Como, teniendo tantos retrasos y necesidades nacionales, el dinero público se gasta en sueldos de lujos, en barrilitos, en nominillas populistas, mientras la educación y la salud pública siguen siendo cenicientas convenientes.
Como se hunde el país en apagones, en una agonía que se ha predicho tantas veces, sin que haya voluntad del gobierno para resolver el problema energético, que él mismo origina en múltiples facetas, incluida una administración que desdora de ese nombre…
No hay dinero para nada, ¿cómo va a haber?, si se bota a manos llenas y se emplea en el sueño faraónico de un metro, que se construye a todo vapor sin licitación, sin presupuesto y posiblemente, como el anterior sin planos completos, resolviendo en el camino.
Una justicia incapaz de controlar la violencia y el narcotráfico, de castigar a los culpables, que no se le caigan los expedientes, de exponer y apresar a los políticos y militares involucrados que hasta públicamente son señalados aquí y fuera en vergüenza nacional que al gobierno no le molesta.
Amén de un tráfico y vialidad desesperante y caótica.
La pregunta sería ¿Para qué tenemos gobiernos como esta entelequia? Luz de fuera y oscuridad de dentro.
Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *19/VII/2010