lunes, febrero 11, 2008

ESTAMOS DE LUTO II

SIN TEMOR… NI FAVOR…

Estamos de luto II

Luis H. Arthur S.

Decimos que va a sacrificar al Ing. Bautista, pues el Secretario de Hacienda, como si despertara de un “jumo” y volviera a la realidad, ahora se da cuenta que supuestamente violó el Poder que el Ejecutivo le dio. ¿Y cuántos meses duró ese sueño? ¿Cómo vamos a conciliar sus palabras actuales y las pasadas? ¿Las palabras de Presidente que hablaba bonito? ¿El engaño televisado que infligió en vivo a los Directores de los principales Diarios, del que todos fuimos testigo pasivos, sin que ellos, personas de alto respeto, aun se saquen esa espina de pez espada enconada en su credibilidad pública?
La Dominicana está de luto. Sus instituciones no funcionan. Su pueblo se vende por prebendas según el nivel social, y se compran con su mismo dinero.
A veces bastan promesas, las que no empobrecen porque no se cumplen, las que se reciclan sin siquiera desempolvarlas, lavarlas ni pintarlas. Las mismas.
Percibo que para este gobierno el pueblo vale menos que una cucaracha en un gallinero, repitiendo la frase del gran olvidado.
Basta ver la cara de “yo no fui” del que se declaró heredero histórico de Balaguer.
Sin embargo, hoy están en problemas. ¿Qué dirá ahora el Procurador de su dictamen en “defensa” del caso?
¿Qué dirá la jueza, así con minúscula, que descargó al Ing. Bautista hace unos días, cuando quizás ahora lo vayan a condenar? Cosa que dudo mucho.
Es como si una red de sarán nos cubriera a todos y nos quitara la luz vital. Si todo sigue así, llegaremos a una descomposición completa y como dicen muchos a una dictadura, no como la de Trujillo, la de un Estado groseramente grande, poderoso y rico, aplaste de todos, uno a uno o por grupos. Una democracia tipo PRI mexicano que sólo sirva para elegir a funcionarios con votos comprados o de miedo. Un Estado al servicio de los gobernantes y sus ambiciones, olvidándose del pueblo.
Un Gobierno sin limitantes, sin contrapeso, tan sordo que no escucha, tan soberbio que estruja, tan irónico que asusta.
Cuando tuvimos conciencia de la dictadura de Trujillo, muchos cuestionamos a nuestros padres con un “por qué lo permitieron”. Hoy somos nosotros los que en el futuro tendremos que responder si es que no reaccionamos.
No son descalificaciones. Son verdades y realidades.
luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 10 Febrero 2008