martes, noviembre 16, 2010

CUANTAS COSAS I

Sin Temor… Ni Favor…

Cuantas cosas I


Luis H. Arthur S.

Hace 49 años ajusticiaron a Trujillo. Yo lo celebré en las calles de New York y pensé en mi regreso como tantos otros, pues creíamos habían cesado definitivamente las causas de nuestro exilio, unos obligados y otros voluntarios para salvar la integridad y hasta nuestros pellejos de Johnny Abbes y sus secuaces.
Meses después estábamos en la nueva vorágine de libertad. Con nuestra poca experiencia política, entendíamos que lo que venía lo haría por una vía sin inconvenientes. No nos importaba aquella respuesta que se dice le dio Johnny Abes a Ramfis Trujillo cuando a su regreso presuroso de Paris a enfrentarse al cadáver de su padre, le inquirió que por qué había permitido que los enemigos de Trujillo lo asesinaran y la respuesta fue: porque no lo asesinaron sus enemigos, sino sus amigos.
Teníamos la percepción que todo había cambiado, pero la realidad es y sigue siendo, que todo sigue igual.
La conquista de la anhelada libertad siguió costando vidas, muchas vidas útiles, y aun oímos el eco del Presidente Balaguer felicitando a los militares por la matanza de jóvenes de la calle Espaillat, y al Triunvirato compuesto por Trujillistas no reivindicados, ir capeando la voluntad pública y protegiendo y salvando al Trujillismo, con el beneplácito y apoyo gringo. La Universidad era un foco de rebeldía y aun recordamos tantos jóvenes mártires con mucho respeto.
Poco tardamos en darnos cuenta que las estructuras seguían igual, que los bienes del dictador se lo repartieron los que formaban su círculo de gobierno y amistad. Que muy pocos fueron juzgados por sus crímenes y abusos, si acaso los chiquito, y los pocos que fueron condenados, fueron liberados, sacados del país, o reinsertados en los cuerpos armados logrando altos rangos. Se dictaron leyes ante el clamor para supuestamente controlar el trujillismo, se prohibieron sus merengues, sus discursos y hacer alabanzas del muerto y su régimen, audibles y escritas, pero nada se hizo con la estructura y esencia del régimen.
Total que esa y tantas otras leyes no se cumplieron, se cumplen, ni se cumplirán, y ya hasta se pide su abolición.
Mientras nos dormían con estas minucias intrascendentes que creíamos grandes logros, y aun cacareamos, nos seguían asaltando, robando, dominando, conspirando y tumbando a un gobierno honesto como el de Bosch, electo libremente.
Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *16/XI/2010