sábado, noviembre 13, 2010

FOLCLORISMO II

Sin Temor… Ni Favor…

Folclorismo II


Luis H. Arthur S.

Nadie fue capaz de darle una carrera al nieto de Trujillo la primera vez que vino, tampoco a su madre que residió años aquí, ni al torturador de Pechito por sólo mencionar tres. Hoy y siempre ha sido parte nuestra, pues nunca se les ha quitado la nacionalidad.
¿Por qué le permitimos por años invertir en tantos negocios y empresas, con socios que ahí están y son identificables?, ¿Por qué no lo evitamos?, ¿por qué no nos miramos por adentro y nos avergonzamos de lo que somos?, o simplemente dejamos el pasado en paz, nos liberamos sin olvidar de esa pesada carga y buscamos el superarla con la educación y el progreso a ver si esta conducta cambia.
Nuestro pasado, vergonzoso o no, no se puede borrar, ahí está. Es parte nuestra y de la historia del país, y con esconderlo no vamos a superar el trauma ni a hacer la catarsis necesaria que tenemos muy retrasada. El tiempo no se detiene. Antes que seguir en este imposible de esconderlo, debemos airearlo, sin vacas sagradas, para que no vuelva a suceder, como luce que está sucediendo, sin que al pueblo empobrecido e ignorante lo puedan seguir confundiendo y usando en beneficiados de los de siempre.
Muchos sufrieron, muchos sufrimos, y lo que debemos es sacar enseñanza de lo malo vivido, y no creer que con llorar, gritar, sacar del pecho, escandalizar, insultar, exigir, se va a eliminar aquella época oprobiosa, de esclavitud, muerte y falta de libertad, pues mientras esto hacemos, esto revivimos, se nos está colando lo mismo ante nuestros ojos, que ciegos no miran.
La verdad es que somos folclóricos y con tantos problemas graves que nos aquejan, con un país en el fondo, donde a los pobres no los educan, entran a la delincuencia y hasta los masacran. Un país con un gobierno que roba y pretende manipular todos los poderes del Estado y a todos para quedarse o seguir mangoneando. Con métodos caudillistas. Y muchos de los que protestan forman parte de él.
Hablamos de lo que vive dentro de cada uno de nosotros, de intolerancia, deseo de poder, riquezas, de abusos, falta de honestidad. Ese yoismo que en cada esquina, en cada conductor vemos, en cada acción oficial o privada, donde creemos que el mundo empieza y termina en cada uno de nosotros.
Nos dan pan y circo y estamos felices. Este espectáculo deprimente que vemos, parece una proyección de imagen muy eficiente y barata, pues se la estamos haciendo con nuestra estupidez, falta de raciocinio y nuestro dinero. Y es que la fiebre no está en la sábana. Está en nosotros mismos que debemos revisar esa sensación de ser un trujillito.
Sto. Domingo, R.D.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *13/XI/2010