viernes, diciembre 18, 2009

CAPO DI CAPI I

Sin Temor… Ni Favor…

Capo di capi I


Luis H. Arthur S.

El 21 y 23 de agosto escribí sendos artículos sobre la “guerra” que mantenía el Gobierno Mexicano contra el narco tráfico, y me refería a la suerte que tiene ese país de tener un Ejército no coludido para enfrentar a los sicarios de los Carteles que ya pretendían hasta dominar poblados y regiones, y cobrar impuestos y cuotas de protección.
Esta lucha campal, donde el Ejército, la Marina y la Aviación, han llegado a ser los únicos confiables, que sí actúan y responden ante cualquier llamado ciudadano, contra la mafia o los malos policías comprados por la droga y la delincuencia, o delincuentes ellos mismos, por lo que tantos cargamos en nuestros celulares el teléfono nacional de la SEDENA (Secretaria de Defensa Nacional).
En la madrugada de hoy, fue muerto en Cuernavaca Arturo Beltrán Leyva, alias “la muerte”, “el barbas”, “el botas blancas”, “el alfa”, de 47 años, jefe del Cartel de Sinaloa y aliado del Cartel del Golfo, alias los “zetas”. Por información que condujera a su captura, se ofertaban nada menos que 30 millones de pesos mexicanos, equivalentes a US$2,300,000.
La infantería de Marina lo rodeó y en batalla campal urbana de alrededor de 7 horas, fue muerto, total 7 muertos, entre ellos un militar, tres detenidos, dos de ellos damas.
Dentro de la casa había un arsenal con todo tipo de armas, fusiles , metralletas, pistolas, y demasiadas balas. Unos US$40,000 en efectivo, y es de suponerse que mucha información, computadoras, etc.
Los hermanos Beltrán Leyva: Arturo, Héctor y Alfredo “el mochomo” trabajaban en el Cartel de Joaquín “el Chapo” Guzmán, pero en el 2008 detuvieron a al hermano Alfredo “el mochomo” y se pelearon, se separaron y se armó la guerra de dominio y exterminio entre ellos.
El Cartel de Sinaloa (Estado del Pacífico) se había ya extendido desde Colombia hasta EE.UU. y dentro de México dominaba en 9 de los 30 Estados.
A este “jefe de jefes” como se le llamaba, uno de los tres delincuentes más buscados en Mx y EE.UU., se le acusaba, entre otros muchos actos delictivos, de 5000 asesinatos.
Mientras esto escribo, escucho por la TV la repetición de las palabras del Presidente Calderón desde Copenhague, Dinamarca, emitidas inmediatamente después de los acontecimientos, informando a la ciudadanía de primera mano, de los hechos que estremecieron hoy al país. Es auspicioso pues estamos acostumbrados en RD al silencio por respuesta.
Mty., N.L., Méx. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *17/XII/2009