martes, julio 08, 2008

A REZAR BEATAS

Sin Temor… Ni Favor…

A Rezar Beatas


Luis H. Arthur S.

¿A quién le echaremos la culpa de los problemas del país? Hipólito quedó ya desgastado, devaluado y obsoleto tras 4 años de usarlo intensivamente y responsabilizarlo de todos los males del país. ¿Qué podemos hacer…? Hay que ser optimistas. Ah! estamos en época de ciclones y que bueno fuera que viniera uno grande y poderoso y destruyera la infraestructura eléctrica. Eso daría excusa para los crecientes apagones, el aumento de tarifa y justificar que durante estos 4 años no ha ingresado ni un Kw al sistema, ni se está instalando ninguna planta, a no ser la de Pinalito, cuyo contrato fue del mal hadado gobierno de Hipólito.
Un gran ciclón que destruyera el sistema vial, así se podría justificar que la otrora autopista Duarte esté hecha un camino vecinal, que la Carretera Sánchez, lleve décadas sin concluirse siendo un peligro donde tantos se han accidentado y muerto, y que la carretera Mella lleve 7 años usando el ingreso del peaje para hacer un pedacito, y ahora es que el flamante Secretario de Obras Publicas se da cuenta.
Vendría ayuda de tantos países, que podrían paliar tantas deficiencias y enriquecer a otros tantos, acaparándolas y vendiéndolas y no desperdiciarlas dándolas a damnificados malagradecidos. Eso justificaría las deudas del Estado, y las actuales lucirían pequeñitas en comparación; justificaría que nos estén dejando sin circulante, que no seamos competitivos y que el déficit de la balanza de pago del comercio exterior nos esté quebrando.
Diosito no puede ser tan indolente y olvidarse de echarle una mano a su predestinado, a su carismático ser de alma noble que parte y comparte con los suyos, y que es tan leal que no reacciona ni con que le den suero para puercos a los niños escolares, ni le llama la atención a una Señora tan polémica que siendo Secretaria de “Educación” no le da crédito al saber, a los análisis, a la tecnología sino a sus compromisos fuera de toda lógica, que dan que pensar, y quien tiene en su desesperación que buscar penosas declaraciones de persona desacreditada de la oposición, para quien el “creer” vale más que los análisis.
En fin, tantas cosas se justificarían que Diosito no puede negarle ese favorcito. Lo hizo con Trujillo, por qué no con su predilecto. Así podríamos en poco tiempo rebautizar la Nación, y llamarla “León”. ¡Prendamos velas, velitas y velones! ¡A rezar beatas!
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 7\VII\2008