viernes, febrero 13, 2009

LA CRÍTICA

Sin Temor… Ni Favor…

La Crítica


Luis H. Arthur S.

Todas las personas tenemos el deber de sobrevivir y progresar, aunque para ello muchos dan un salto mortal, brincando precipicios que parecían insalvables y transigiendo con lo que ayer estaban en militante desacuerdo. Con su nueva óptica combaten su crítico actuar de ayer, sin conformarse con sumar su talento a su nuevo pensar. Hasta algunos que quieren permanecer en ambas parcelas en equilibrio inestable. Estar con Dios y con el Diablo.
Nuestra democracia participativa, es sorda a toda crítica constructiva o no, y sólo acepta actos de fuerza, que desbordan lo que debiera ser la participación social, pero obligan a los sordos a oír, a ver, e ir resolviendo, en lo que deberían ser planes coherentes de prioridades y conveniencias, y no en soluciones parciales, momentáneas, aisladas, personalizadas, que si bien buscan resolver quejas, puede que esas soluciones sólo lo posterguen y lo compliquen todo. Soluciones provisionales, concebidas para corta duración que tienen la vocación de hacerse perennes. Ante las crisis que no se enfrentan adecuadamente y hasta se empeoran y se crean nuevas, vienen las críticas que tratan de abrir los ojos y encontrar el camino.
Einstein nos decía: "No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado". Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.”
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 12\II\2009