jueves, agosto 21, 2008

TRANSMUTAR PLOMO EN ORO

Sin Temor… Ni Favor…

Transmutar Plomo en Oro

Luis H. Arthur S.

“Un gigante del pensamiento universal, Aristóteles, con su clásica sabiduría, llegó a sentenciar que: “Somos lo que hacemos cada día”. Y también el Evangelio dice “que por sus obras los conoceréis”, y tenemos 8 años viendo, comprobando, conociendo. Un buen comienzo hubiese sido que pidiera perdón, pues dio la impresión como si acabara de venir de visita o que las alturas lo marearon y no le han permitido aquilatar la realidad que vivimos, y dice: “Los capos de la droga y del crimen, pues, que escuchen bien, porque aquí, en la República Dominicana ¡no pasarán!”
Palabras bonitas para ser escuchadas por los que apresuradamente llegaron y más apresuradamente se fueron, quienes también tienen grandes problemas en sus países, pues los capos que aquí hacen su agosto con toda impunidad y protección, se habrán reído hasta con la muela de atrás.
Pidió a Dios: “que no sólo le brinde la sabiduría de Salomón, sino la valentía de David y la paciencia de Job, para conducir a nuestro país por senderos de libertad, progreso y justicia social”, y ojalá la consiga y sea el actor que dice ser dejando atrás al imitador que se ha ganado al pueblo sólo pretendiendo y arrepentirse por tantas “indelicadezas” y malos ejemplos, y buscarse funcionarios probos, no los que tiene, y menos los chaqueteros que se ha allegado con prebenda y posiciones; para así justificar que la Democracia es un buen sistema para la felicidad y progreso del pueblo, y no una forma distorsionada, como en Dialogo en el Infierno entre Makiavelo y Montesquieu. No una manipulada ficción que disfrazada dilapida, mientras mantiene una supuesta libertad de opinión y tránsito para un grupo selecto, sino para todos con plenitud.
Mañana voy a reproducir un correo recibido de una joven de pueblo, para que vean cómo se vive en este gobiernazo, cómo es que “e´pa’lante que vamos”, cómo la sociedad, esa que le vendió su voto para comer, sufre en su vida diaria, y tiene que vivir como en la selva, cuidándose de todo y de todos, muy especialmente de la supuesta autoridad. Viviendo al día, sin saber que le espera, y sin ver un porvenir claro que les permita soñar, progresar y dormir tranquilamente.
Es un correo conmovedor respuesta a uno de mis artículos.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *20\VIII\2008