lunes, noviembre 02, 2009

ANONADADO E INCRÉDULO

Sin Temor… Ni Favor…

Anonadado e incrédulo

Luis H. Arthur S.

El Presidente de la Republica juró gobernar respetando la Constitución y las leyes. Ya lo ha hecho por tres veces. Entre sus muchas obligaciones está la de proteger la nación y sus ciudadanos, manteniendo el orden, la tranquilidad y la paz.
Sin un ambiente propicio, no existe tranquilidad ni sosiego para que el país se desenvuelva en armonía y pueda enfrentar aun con mediano buen éxito los demás avatares que una vida demandante y en comunidad.
El Presidente para poder cumplir sus labores por las que cobra cabalmente, cuenta con ayudantes, asistentes colaboradores y sobre ellos tiene que imponer su autoridad y jerarquía, en todo tiempo y momento, para que ninguno se aparte del camino correcto.
Los demás poderes del Estado, Legislativo y Judicial, independientes en teoría, deben ejercer el contrapeso necesario para que todo marche correctamente.
Por último, el pueblo y sus instituciones, tienen que ejercer presión para que dado que él es el mandante, y sus poderes nacen del voto directo y regidos, como ya dije, por reglas claras y precisas, se tengan que cumplir.
¡Qué lindo se oye todo esto, verdad! Pero sucede que el Presidente, sus colaboradores y sus contrapesos, han fallado en controlar nuestra soberanía. Nuestro país es invadido por aire y por mar de droga que nos llega, se distribuye y exporta con la colaboración expresa de un grupo de militares, cuyo juramento y función, deber ser el de proteger la nación. Nos invaden pacíficamente los vecinos, a quienes no podemos controlar porque militares y empresarios hacen negocio con ellos en vil tráfico humano rentable. Nos encontramos que la delincuencia, derivada en parte de estos problemas y de la falta de trabajo por usar el erario para pagar la inmensa deuda externa que gran parte se quedó entre sus uñas, los gastos corrientes excesivos y el no quedar casi nada para promover el desarrollo y satisfacer las necesidades materiales del país.
Creo que el Presidente ha fracasado en lo más sagrado de su mandato. Que ha tenido cuando menos miedo de enfrentar la corrupción que nos carcome.
Sin embargo lo más triste es la abulia del pueblo. Ante las terribles denuncias del señor Martínez, de la que me hice eco anonadado el sábado, en el programa de Huchi en Multimedios CDN-El Caribe, esperaba que por la gravedad de esas responsables denuncias, iba a levantar primeras planas y editoriales en los diarios escritos, da pena comprobar que el caso lejano de un Zelaya a quien se le peló el billete de la reelección, es de mucha mayor relevancia, y que es mejor ignorar, no oír, ni informar, ni darse por enterado, que ser instrumento del pueblo para ayudarle a ejercer presión para que todos vivamos mejor, y no asustados como ahora estamos.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ *1\XI\2009