miércoles, noviembre 25, 2009

TODOS IGUALES

Sin Temor… Ni Favor…

Todos iguales


Luis H. Arthur S.

Ahora que ante el hecho cierto de que la política partidista y estatal es el mejor medio para enriquecerse, prestigiarse, salir de la mediocridad y la pobreza, éstos especímenes casi en estampida han crecido tanto en número, en proporción inversa a la calidad, que sería bueno si contáramos también con una trampa como la de los mosquitos o las moscas, que describí recientemente, donde poder eliminarlos masivamente, para que no nos sigan dañando, desmejorando y hasta llevándonos a la muerte.
Los mosquitos nos contaminan con el dengue simple y el hemorrágico, el paludismo y fiebre amarilla entre otras muchas enfermedades. Las moscas son fuente constante de contaminación, pues se asientan en todos los desperdicios, inmundicias y excrementos, y luego lo hacen sobre nuestra comida, vasos y hasta cuerpo.
Ambos bichos son muy dañinos y letales, pero los peores son los políticos, que creyendo el decir de que todos somos iguales en derechos, no se preparan, no escalan posiciones logrando experiencia, y creen que por el simple hecho de nacer y tener una cédula de Identificación y Electoral, ya lo saben todo, y quizás la mayoría sean analfabetos funcionales que apenas sepan leer y escribir con faltas de ortografía que son una amenaza para el idioma y llegan hasta ser electos para posiciones de administración, dirección y manejo de personal, proyectos y recursos, con ideas, creencias y deseos incorrectos que ante la impunidad que vivimos pasan tranquilamente.
Entienden y creen a pies juntillas, que esas funciones están para administrar, dirigir y manejar los recursos puestos a su custodia para sus bolsillos, los de sus familiares y allegados.
No saben que para ocupar posiciones debe uno primero capacitarse y además tener la inteligencia y vocación para desempeñar posiciones de liderazgo, lo cual no todos tienen.
Creen que porque la Constitución diga que ellos pueden elegir y ser elegidos, eso es condición necesaria y suficiente para desempeñar cualquier cargo. Si fuese así, que uno nace sabiendo, tantos no habría tenido que emplear casi 20 años en hacerme profesionales, capacitarse y más que eso, agarrar experiencia.
Por esta incapacidad de los partidos de establecer normas, y que no sólo baste ser un activista o dirigente barrial, provincial o nacional, y de tener o conseguir dinero, aun lavado, perfumado y oloroso, manipular encuestas, lograr seguidores con promesas, sólo promesas, para que los partidos le den su bendición y sigan crucificando a este país.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *24\XI\2009