miércoles, enero 24, 2007

COMO CAMBIAR

COMO CAMBIAR

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 23 Enero 2007

Cuando el Presidente Kennedy tomó posesión de la presidencia de EE.UU., el 20 Enero de 1961, dijo aquella frase que se ha hecho famosa: “No preguntes que puede hacer tu país por ti, mejor pregunta que puedes hacer tu por tu país”.

No hemos acostumbrado a creer que nos lo merecemos todo, que nuestro país tiene la obligación de servirnos, complacernos y evitarnos todos los problemas de la vida, y en realidad, el país, representado por el Estado y el Gobierno, lo formamos nosotros, junto a un pedazo de tierra que decimos nuestro y que tenemos que defenderlo constantemente de la ambición y la degradación.

En otros artículos he dicho que no somos ni seremos más que lo que hagamos. Del trabajo diario, coordinado y concordante con que cada día construyamos la patria.

Nadie nos va ha hacer el trabajo por nosotros. Puede uno envidiar los logros de otras naciones, y en un momento dado tratar de disfrutarlos, fruto de su trabajo, inmigrando. No todos podemos. Cada nación los defiende sus logros, pues este estadio no les ha caído del cielo, sino que es el fruto de muchas luchas, sacrificios, orden, buenos gobiernos y vigilancia y los que no han logrado situaciones similares en los suyos, no tiene la capacidad de disfrutarla, y tienden a degradarla. El comportamiento social es aprendido y evolutivo. Siempre habrá una lucha entre los que quieren inmigrar para mejorar y los que se protegen.

Cuando vas a New York te encuentras tantos dominicanos y latinoamericanos que legal o ilegalmente han inmigrado, pero al llegar, llevan sus lacras y creen que allí pueden disfrutar del bienestar el aquella ciudad, sin renunciar a las malas costumbres de que son portadores.

Algunos son irrespetuosos del medio ambiente y del orden establecido. Tiran basura, degradan sus entornos y los edificios donde habitan, son gritones, bullosos, quizás sin quererlo. Quieren disfrutar de aquellos logros sin renunciar a sus costumbres. “Yo me fui, pero no me fui”. Muchos se empeñan, mejoran y otros descuellan. Son los que más nos pueden ayudar a su regreso.

Nuestro país cada día con peores ejemplos y carencia de disciplina, requiere del concurso de todos sus hijos para progresar. Los que queremos este país deberíamos preguntarnos, ¿Qué puedo yo hacer por mi país? Como puedo mejorarlo.

luis@arthur.net