martes, enero 02, 2007

MIS DESEOS

MIS DESEOS

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 1 Enero 2007

En el contexto nacional e internacional, nuestro pueblo tiene aspiraciones. Los gobiernos deben sintonizarlas y actuar en consecuencia. El que lo haga, tiene garantizado un sitial en la historia que le permitirá permanecer en el poder, si así lo deseare, sin tener que violentar voluntades y presupuestos.

Estas señales son de fácil lectura y sólo basta con preguntarse por que tantos quieren irse del país, por qué otros no quieren regresar, y que seria del pais si todos ellos no mandaran dinero a sus familiares en forma de remesas, ganado generalmente con mucho trabajo en arduas jornadas agotadoras y duros climas.

Yo quisiera tener un país congruente, ordenado, puntual, educado, progresista, trabajador, seguro, sin miedo, respetuoso de los demás y del medio ambiente, con justicia punitiva y distributiva y un gobierno justo enmarcado en la constitución y las leyes, honesto, que tenga vocación de servir a los demás, con instituciones fuertes y desinterés hacia el peculado, que invierta los impuestos en servicios comunitarios, que tenga como prioridad la educación, la salud, el desarrollo y el bien común.

Un sitio de bien vivir al que la naturaleza ha dotado de tanta belleza. De montañas y bosques, de agua en abundancia, de playas hermosas, de tierra fértil para la agricultura, con materias primas, de temperatura estable que permite el disfrute externo todo el año.

No son deseos oníricos que se puedan lograr de un día para otro, sino que con metas claras se busque seguirlas, como los Reyes magos siguieron la estrella brillante en el cielo que los guiaba, sin apartarse, sin vacilar, con fe y optimismo.

No tenemos que inventar. Basta con seguir reglas claras y precisas que han permitido a otros pueblos un salto cualitativo en el concierto de naciones, mejorando la calidad de vida de su gente. Bastaría una receta similar a la que Oppenheimer describe en su capitulo 3 de “Cuantos Chinos” como el milagro de Irlanda, que en tan sólo 12 años pasó de ser uno de los países más pobres de Europa, a unos de los más ricos del mundo. Nosotros en 12 años estamos peores.

En nuestra mano está escoger un buen presidente en las próximas elecciones. Olvidarnos de los que se pelean como en gallera por una candidatura que les permitiría acceder al poder y la riqueza personal.

Luis@arthur.net