lunes, febrero 26, 2007

DESEO

DESEO

Por Luis H. Arthur S. www.Luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 25 Febrero 2007

Lastima que tengamos tan poco tiempo y tan poca costumbre de pensar y meditar sobre qué puede haber más allá de los titulares o de una nota de prensa bien o mal elaborada.

A diario son muchos periódicos, noticieros, programas de radio y TV en vivo o grabados y analistas de todas horas que juran poseer la verdad absoluta y ser los formadores de nuestra conciencia, lo que generalmente consiguen.

Algunos son como enciclopedias, en conocimiento, no en buenas costumbres, y todos nos bombardean inmisericordes con tantas informaciones y desinformaciones, generalmente siguiendo la partitura del director de orquesta que paga por decir, y más por ocultar o falsear una verdad.

Si tuviésemos el tiempo de pensar, y comparar lo escuchado o leído con la realidad, con el pasado, con las experiencias nuestras y de otros, personas o países, no seriamos engañados tan fácilmente.

Luce que nos encanta que nos confundan. Que nos hagan las mismas promesas que no se cumplen una y otra vez, que con unas caritas de “yo no fui” le echen la culpa de sus fracasos a otros y que retuerzan las circunstancias para hacerlas trabajar a su favor. Y nosotros, como niños que antes de dormir le hacen un cuento al despertarse otro y durante el día les distorsionan las realidades, podemos sentirnos satisfechos o quizás medios frustrados, pero siempre abúlicos para hacer algo y remediar tanto manipuleo, pues con ello entendemos que quizás evitamos la fatiga.

El día que este pueblo se vuelva un poco más analítico y decidido, tendremos mejores políticos, pues sus demagogias no tendrán un terreno tan fértil como el que ahora tienen.

Algún día entenderemos que nuestro país es nuestro y que no podemos por dejadez permitir que otros nos suplanten y hagan lo que nos va a perjudicar. Que nos lleven por caminos inadecuados. Que nos roben y nos esquilmen en nuestra propia casa, nuestros propios bienes, patrimonio colectivo del que no tememos sustituto. Que decidan por nosotros.

Tengo la esperanza de que un día, aunque yo ya no viva, tendremos una casa grande de todos bien cuidada, armónica, prospera, donde los problemas se vayan resolviendo en beneficio colectivo, no solo de privilegiados con dinero, talento, labia y políticos deshonestos.

luis@arthur.net