HIDROENERGÍA
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 6 Febrero 2007
Hay países privilegiados con hidroenergía. Son aquellos de grandes ríos y geografía accidentada, que pueden construir plantas de generación eléctrica grande, mediana y pequeña, y que sumadas abastecen sus necesidades en un gran porcentaje. Han sido privilegiados por la naturaleza y la están sabiendo aprovechar sin alterarlas.
Los países pequeños y tropicales que no acumulan nieve en sus montanas, y que sus cuencas de captación de lluvias son pequeñas y por tanto sus ríos son riítos, tienen otra historia que contar. Dios no les proveyó este recurso en abundancia, y por tanto deben buscar otros recursos para saciar su sed de energía, que en realidad si tienen y los ignoran y desdeñan.
Sin importar si se tiene muchos recursos hidroeléctricos o pocos, surge la pregunta ¿de donde vienen estos? La respuesta es sencilla, vienen del agua depositada por las lluvias o las nieves en las altas montanas, que por el efecto de la gravedad tienden a irse drenando y formar arroyos y ríos que se van uniendo hasta llegar al mar, ese monstruo y poderoso donde todos recalan, y como dijo alguien, es tan gigante por ser humilde y colocarse inferior a todos.
Esos recursos hídricos tiene el mismo origen del petróleo, todos los hidrocarburos y los combustibles que ahora llamamos alternativos: el sol.
Ese sol del que hablamos ayer evapora parte del agua de los mares, ríos, arboles, etc. que es llevada por los aires en corrientes formadas por el calentamiento del sol y las deposita sobre la orografía de los países beneficiados como lluvia. Es un proceso atmosférico natural que nos provee de posibilidad de energía gratis, y que no es susceptible a manejo sustancial hasta ahora
Resumiendo: una partecita casi insignificante de esa energía vital que en cantidad abrumadora nos llega del sol, la naturaleza la usa para proveernos de agua para nuestros campos, para tomar y para energía, en un proceso fuera de nuestro control. Si meditamos un momento, podremos entender que si bien no hemos sido bendecidos con mucha tierra, grandes ríos y fuentes de hidroenergías, si lo hemos sido con la fuente primaria de ese fenómeno: la energía solar.
La tristeza es que estamos muriendo por falta de energía, al igual que un pez que muere de sed dentro del agua.
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