jueves, junio 25, 2009

AMIGOS II

Sin Temor… Ni Favor…

Amigos II


Luis H. Arthur S.

Nuestros padres siempre vigilantes a veces nos imponían alejarnos de algún amigo cuyo pedigrí familiar desconocíamos, pero podía ser mala influencia. Había que obedecer y seguir adelante.
Ya en 7mo. Y 8vo. Grado nosotros éramos los grandes y la pubertad hacía sus estragos. Los mayores intereses se centraban en fiestecitas, bailes, playa, enamoramientos. Los amigos íntimos eran pocos y algunos diferentes. Se ajustaban según se iba perfilando el ambiente, estatus e inclinaciones. Al entrar al bachillerato volvíamos a ser los más chicos, era escuela mixta pero segregada, y ambos sexos no compartíamos cursos. De todas maneras las hormonas jugaban cada vez más rudo y el contacto aunque fuera sólo visual era más cercano, sobre todo para los platónicos como yo, miembro destacado del Club de los Flojos.
Después de haber pasado la escuela primaria juntos, todos nos conocíamos bastante bien, aunque sin que todos llegaran a ser nuestros amigos íntimos. Al bachillerato no todos accedieron y a unos cuantos le perdí la pista. Al terminar el segundo teórico, marché interno al Politécnico Loyola por 4 años, donde eventualmente nos juntamos 5 puertoplateños. Caras nuevas, amigos nuevos, viejas relaciones que carecían de las vivencias diarias para crecer o permanecer. Fui como amigo sustituido y también sustituí. Nuestros caracteres se fortalecían e íbamos siempre en pos del futuro, pero por caminos distintos. Cambiábamos, y nuestros viejos amigos y compañeros de siempre también cambiaban, y cuando esporádicamente nos veíamos la trivialidad era el tema preferido.
Vino el empezar a trabajar, vivir en la Capital, y conocer nuevos compañeros. Luego vino la emigración a EE.UU. en tiempos de inseguridad extrema por los estertores de Trujillo, y la misma situación se repitió. Encontré nuevos íntimos. Al regresar al país e ingresar a la USD en la noche mientras trabajaba en el día, entonamos la misma canción. El conjunto de los amigos y conocidos estaba muy activo dando de unos de alta y a otros de baja.
Vino la beca para Monterrey, México y nuevas caras de dominicanos, mexicanos y de tantas otras nacionalidades acaparó mis afectos. Sólo podía añorar e ir guardando un tesoro de recuerdos, afectos y querencias de viejos amigos que habían quedado en el pasado.
Santo Domingo * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 23/VI/2009