martes, junio 02, 2009

EL PRÍNCIPE

Sin Temor… Ni Favor…

El Príncipe


Luis H. Arthur S.

El “Príncipe” quiere ser Rey, y empezó a proyectarse con mucha energía diciendo verdades. Tiene un campo fértil donde sembrar, ante tantos desaciertos, malos manejos y la corrupción rampante de este gobierno. Le sobran capacidad, prestigio y dinero. Algunos se satisfacen con ese Sangri-la, pero otros inquietos buscan nuevos horizontes y retos, nuevas formas de servir, servirse y hasta de sacrificarse.
No es posible que este país esté desperdiciando talentos probados, por advenedizos que no dan pie con bola. Que antes de llegar ni una ventorrillo habían administrado, y ha resultado que su mira no ha sido la de bien gobernar, sino la de servirse del poder y querer perpetuarse.
El Príncipe es posiblemente una esperanza. Una buena opción. Ha sido un hombre de éxito, con sus pecados y sus glorias, y discípulo aventajado del Rey Midas.
Siempre se mantuvo alejado de la política partidista, aunque influenciando y financiando antípodas. Visitando la Máximo Gómez 25 semanalmente, y manteniendo bien cultivada esa amistad heredada, no importando las indiscreciones del líder en los Cortesanos de Trujillo, que no le cayeron nada simpáticas. Una amistad que ayudó mucho, en muchos aspectos. Quizás en demasiados.
Siempre callado, orgulloso, consciente de su papel, tendrá que aprender a trillar nuevos caminos. Aprender el lenguaje de la pobreza, los olores del pueblo, la sonrisa congelada, las dádivas y ofertas demagógicas. El recordar nombres y rostros por miles o aparentar que los recuerda. A cambiar su paz y boato por inquietudes y recelos, hasta llegar… Luego los ritos, usos y costumbres se impondrán. Tendrá mucho que cambiar, entre ellos abrirse paso quitando potes antipáticos y feos que deslucen y estorban en el camino, y comenzar a rehacer. A crear mucho y bueno. A componer este desastre, a disciplinar y hacer del país algo similar a su gran industria moderna y ordenada, de origen mixto, donde todo tiene que rendir una tarea y dar un fruto. A que la esperanza reverdezca.
Ha surgió el primero, de los que esperaba surgieran. Creo que la patria necesita hombres como él, muchos. Es la esperanza de que las cosas comiencen a hacerse bien. ¡Y si José Miguel Bonetti no lo pensó que lo piense! ¡Es ahora o nunca!
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 1\VI\2009