jueves, junio 18, 2009

DECIRES INJUSTOS II

Sin Temor… Ni Favor…

Decires injustos II


Luis H. Arthur S.

Algunos malos empresarios, abusadores, violadores a veces hasta de la dignidad humana, han originado que el vulgo los desprecie parejo a todos, y que en desconfianza tengan que trabajar juntos como enemigos.
Sería deseable que ya que somos personas pensantes, pudiésemos distinguir los unos de los otros. Leí que en el plan natural de la conservación de la energía y minimizar la ingesta de alimentos, las especies animales todas tienen el cerebro con sólo el tamaño necesario y suficiente a sus necesidades. No sabía que el uso cerebral consumía tanta energía, y que las especies trataran de utilizarlo lo menos posible.
Por ello, mientras menos entrenada e informada está una persona, más inclinada está a no usarlo, pues le faltan conocimientos, disciplina, metodología y en vez de pensar, tiende a repetir cualquier cosa que escuche, condición esta que aprovechan con gran eficiencia los políticos.
Lo extraño es que también hasta los profesionales, los de la clase media, media alta y ricos, con cerebros más cultivados, encuentren más fácil repetir lo que dicen los más limitados, que investigar, analizar, enterarse y formarse su propio criterio.
Los gobernantes que hemos elegido, impuesto no por la fuerza de las armas, sino por triquiñuelas y compra de votos, no tienen credibilidad ni han logrado crear o al menos mantener instituciones con crédito público, y por tanto, desdeñamos a nuestra gente, y confiamos más en organismos internacionales, quizás porque no los conocemos a fondo, y lo que ello digan lo es como si lo dijera Dios.
Nuestra sociedad se convulsiona como tantas otras en multitud de problemas sobre los que deberíamos tener un criterio propio, claro y justo, y no dejarnos llevar de quienes muchas veces sólo defienden un sueldo o se ganan algún dinero, ron y muchas promesas por alborotar. Recuerdo aquellos estudiantes “universitarios” de hace algunos años, luciendo como monos, dando brincos y gritando consignas y olvidando el cerebro.
Hay manifestaciones honestas y correctas. Otras no. La mayoría son de hordas azuzadas por intereses políticos y económicos, donde la guerra de intereses es peor que lo que fue la de Vietnam o es la de Irak, donde no hay tregua ni piedad. Es una guerra a muerte económica que a veces deviene en muerte física.
Santo Domingo * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 15/VI/2009