Sin Temor… Ni Favor…
Honrar honra
Luis H. Arthur S.
El Domingo 24 pasado en la Asamblea Anual de los Exatec (Ex Alumnos del Tecnológico de Monterrey), por iniciativa muy loable de Horacio Ramírez y José Cruz, le rendimos un homenaje muy merecido a tres personas que fueron responsables y administradores del Departamento de Becas con que la Corporación de Fomento Industrial benefició a tantos dominicanos, siendo su creador el Ing. Manuel Tavares Espaillat en 1962 y secundado por el Profesor Juan Bosch cuando fue electo.
A Félix Forestieri le cupo la responsabilidad de organizar y reglamentar el Departamento de Becas, y junto al Lic Emilio de la Rosa y a Olguita Fernández, su joven secretaria, aquello recibió vida y más de un centenar debemos nuestra profesión al desvelo, la integridad, el abundante entusiasmo y apoyo de estas tres personas. A Bosch lo tumbaron 23 días después de salir en truya, y los nuevos gobiernos no entendían ese gasto inútil, y sólo a golpe de su coraje e inventivas de estas tres personas, pudimos subsistir hasta 2 años después de la revolución, cuando Fomento fue desmantelada con la creación de Corde.
Fue un acto de agradecimiento muy sensible. Debo admitir que a Forestieri sólo lo vi una vez, antes de partir el 2 Septiembre 1963. Olguita era la que se multiplicaba por 100 para atendernos a todos en nuestras prisas de documentos, visas, pasajes, inscribirnos en el Tec, etc. Al Lic. De la Rosa no le recuerdo y aunque hablamos muchas veces por teléfono a través de mi radio aficionado, lo vine a conocer en Julio del 1967 cuando graduado fui a ponerme a sus órdenes y cumplir mi compromiso de servicio, para enterarme por su boca que quedaba libre pues Fomento ya era casi una entelequia.
Este Domingo se despertaron recuerdos que se agolparon de improviso, nos enteramos por las palabras de Forestieri de los malabares que tuvieron que hacer para mantenernos allí recibiendo nuestro cheque mensual de 120 dólares, y cuando fue imposible obtener dinero, gestionaron créditos educativos para los que aun no terminaban. Eran tiempos de funcionarios honestos, fiables, inspirados, ante quienes nos quitamos el sombrero, y deploramos la decadencia actual. ¡Gracias de corazón! ¡Eternamente agradecidos! ¡Ellos nunca nos defraudaron, esperamos nosotros tampoco!
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *3\VI\2009
