Sin Temor… Ni Favor…
Ecología V
Luis H. Arthur S.
La palabra Ecología es demasiado abarcadora, no hay casi ningún acto humano o animal que no toque. En resumen, al orinar, defecar, escupir, respirar, estamos contaminando. Al hacer nuestra casa, al desmontar y arar para sembrar alimentos, las cosechas y sus desperdicios, el quemar petróleo. carbón, leña o gas para cocinar, iluminarnos y tener fuerza productiva, en la minería, al hacer empresas donde ganarnos la vida y producir satisfactores, al mover mercancías y personas en vehículos, aéreos, marítimos y terrestres, también contaminamos.
El tirar la basura indiscriminadamente, los vehículos que la recogen y van regando y escapando aceite, los basureros mal manejados, son fuentes de doble contaminación.
Creo que todo contamina, pues somos seres intrínsecamente contaminadores, y hasta el hablar tanta pepla, tanta demagogia, el ser como papagayos gritones que no nos cansamos de repetir, tantas veces desinformando y cobrando por lo que decimos, es ruido contaminante, como el de los colmadones y sus bocinas, las guaguas anunciadoras y vendedoras y en las campañas políticas, esas bocinas monstruosas que hacen temblar las casas. Las plantas eléctricas públicas y privadas, los hospitales y clínicas contaminan. No sé si habrá alguna actividad humana que no lo haga, pero a las mujeres no se les pueden aplicar leyes ecologistas para evitar que alumbren. Por tanto tenemos que aplicar leyes y normas para minimizarla, pues a menos que desaparezcamos todos, no se va a eliminar totalmente.
Las fabricas, hoteles, urbanizaciones, etc. hay que normarlas para que hagan menos daño, pero casi nunca podremos prohibirlas totalmente, so pena de tener un mundo sin trabajo, sin campos labrantíos, sin cosechas, sin fumigantes, sin energía. Sin maderas, cemento, zinc, vidrio y varillas, sin construcciones. Nuestro país debe fortalecer su Secretaría de Medio Ambiente y que el pueblo confíe en su buen actuar, que engañado tantas veces, sólo ve marrulla, corrupción, componendas, canonjías. Creo que Jaime David trata de cambiar lo que ha sido en otros tiempos felizmente idos. No debe confundirse ecología con guerra de intereses para eliminar competencias, ni sustituir la razón y el sentido común con gritos de viejas histéricas que desesperanzan a tantos.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com * 31\V\2009
