miércoles, octubre 07, 2009

DESPERTAR

Sin Temor… Ni Favor…

Despertar

Luis H. Arthur S.

Aunque éramos muy pobres en consonancia con los tiempos de guerra mundial y la realidad tiránica que vivíamos, siempre se nos enseño que habían muchos otros valores más importantes que el dinero.
El honor, la hombría de bien, la palabra, el trabajo, el deber cumplido, la ética, la moral, la limpieza corporal y ambiental entre otros. Nos diferenciábamos de otros por esos valores que nos hacían ser personas decentes.
Valores enseñados en la casa, por madres preocupadas por la crianza de sus hijos, en la escuela, pues eran conceptos que no competían con la tiranía. Para lidiar con esta, teníamos que ser prudentes, callados, y alabar, cosa de la que no estábamos muy conscientes, pues no había ejemplos discordantes.
De esa niñez, pubertad y juventud hemos llegado a la vejez, a la ancianidad y trato de ubicarme en los tiempos puntuales donde todo aquello naufragó.
Tarea imposible pues fue una modificación ladinamente lenta, en la que intervinieron demasiado factores nacionales y extranjeros, de adiciones y de abandono, de falta de ejemplos y exceso de impunidad. Quizás creímos que transitábamos por caminos correctos, o seguimos la tropa sin cuestionarnos mucho, creyendo que los de adelante conocían el camino.
Craso error. Hemos ido adentrándonos cada día en terrenos más hostiles, donde la broca crece libre y tupida y hiere al cruzarla, y cada día se ve más difícil el acceso.
Mientras más pacíficos nos hemos portado, mientras más preocupados por tener una vida mejor y más digna, mientras más hemos confiado, nos hemos encontrado que cada día nos acorralan más, nos someten y que a medida que la efervescencia de libertad de renovación y revolución ha caído a sus niveles mínimos, han usado la democracia, para engañarnos y para retrotraernos a lo primero que conocí, quitarnos derechos, posibilidades y que la batalla entre el pueblo y los que gobiernan sea cada vez más desigual. El ciclo vuelve a su origen aunque con apariencias distintas. Se nos presentan con otro disfraz, pero son los mismos. El propósito es igual, la esclavitud física y mental es una meta, es la que se busca, y en vez de usar violencia física, se compra con nuestro dinero la soga con que nos están cada día limitando más. ¡Hay que despertar antes de quedar amarrados como andullo!
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *6\X\2009