lunes, octubre 05, 2009

REFLEXIONES DE VIDA V

Sin Temor… Ni Favor…

Reflexiones de vida V

Luis H. Arthur S.

Indudablemente que tenemos un gran problema vital al que no se le ve solución práctica, aunque sí teórica. La población humana del mundo está creciendo de una manera logarítmica y constante. Mientras más ignorante es la población en mayor número crece.
La medicina ha prolongado la vida humana a tal punto que se nos informa que quien haya nacido a partir del año 2000, por poner un punto del arranque de un nuevo siglo, tendrá posibilidad de vivir no menos de 100 años en promedio, con buena salud.
Al empezar a escribir este artículo la estadística poblacional mundial dice que tenemos 6,796,819,000 habitantes, y que
en un año han nacido 105,551,500 y han muerto 45,900,300, para un aumento neto de la población de 59,651,100. La mayor tasa de nacimiento está en los países pobres, donde también existe la mayor tasa de mortalidad.
Con un aumento poblacional como éste, en un mundo de dimensiones estáticas, no hay que extrañarse que los recursos seguirán acrecentando su escasez, y que en nuestra irracionalidad estamos acabando con las demás especies, nuestra cadena alimenticia, y con los bosques que nos dan oxígeno y vida, fijan el carbón del CO2 para mantener la temperatura, y que no está lejano el día de que desaparezcamos todos o al menos la inmensa mayoría.
Lo racional sería usar nuestro cerebro para limitar la población, pues las hormonas y los instintos sexuales tardan mucho en reprogramarse a las nuevas condiciones, haciendo infértiles a hombres y mujeres y hasta cambiando de bando a muchos.
El aborto no es la solución, como tampoco lo es la férrea y obcecada enseñanza religiosa que no quiere entender que hay que limitar la fertilidad como forma de poder vivir unos cuantos años más en este planeta, de hacer viable nuestra existencia.
La religión siembra las mentes con enseñanzas de que es pecado tener sexo que no sea para la reproducción, y prohíbe el uso de pastillas, condones, etc. cualquier método anticonceptivo que no sea el ritmo es pecado, y quienes lo usen, no disfrutarán de la presencia de Dios.
Un mundo con nacimientos controlados será distinto. Los viejos durando 100 años o más y los jóvenes en diferentes etapas pero en igual o menor cantidad.
Cada tiempo del mundo tiene sus requerimientos. La defensa de la vida no es como hipócritamente se está planteando por políticos y religiosos, es el racionalmente hacer viable la existencia de las futuras generaciones, sin condenarlas a una desaparición masiva e irresponsable. http://www.worldometers.info/

S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *4\X\2009