viernes, octubre 02, 2009

REFLEXIONES DE VIDA III

Sin Temor… Ni Favor…

Reflexiones de vida III


Luis H. Arthur S.

La actividad sexual a poca edad siempre ha sucedido en los campos y entre los pobres en los barrios marginales por el hacinamiento y la falta de información, con su secuela de embarazos e la imposibilidad de estudios. Ahora sucede entre la clase media la alta y los poderosos, por la familia abandonar su responsabilidad. Donde está bien visto que niñas se vayan solas con sus novios de fin de semana.
Penosamente tantas madres de clase pobre y media han preferido el trabajo externo y el mejor vivir con dos sueldos hogareños, que el bien criar a sus hijos.
El promedio de vida ha aumentado, y no hay continuas y devastadoras pandemias, ni guerras, que mermen la población que está aumentando groseramente, y quizás ha sucedido tan rápido, que no le ha dado tiempo al sistema hormonal a evolucionar y moderarse.
Esto trae una cantidad inusitada de nuevos niños al mundo con baja tasa de mortalidad, que debieron ser concebidos por el amor y el instinto, y tiene todo el derecho de nacer y los gobiernos deben protegerlos.
Sin embargo hay casos en que esa misma ciencia que ha alargado nuestro existir sobre la tierra, dictamina que un proyecto específico no es viable porque pone en riesgo la vida de la madre y en un momento difícil hay que tomar acción para salvar a uno u otro.
Es el enfrentamiento de un ser que aun no es ciudadano, ni sujeto a las leyes de un país, que atenta contra la vida de alguien que sí lo es, quien lo ha acunado, alimentado y se ha formado en su vientre. Un ser llamado madre, que lo ha empezado a amar, a sentir y a cuidarlo desde el momento de la concepción. Un ser generalmente sacrificado que tiene posiblemente otras criaturas aun incapaces que la necesitan, un hogar que mantener y controlar, vidas que formar para el bien.
Son pocos casos excepcionales que la ciencia claramente conoce y que no admiten discusión, ni paranoia de religiones trasnochadas, en decadencia pero con inmenso poder, que tiene en su conciencia tantos cráneos rotos, torturas y cuerpos quemados, por distorsiones de la doctrina de amor y humildad que el Maestro predicó, actuaciones que nunca fueron justificables, divorciadas de lo que sus representantes predicaban y predican, donde jerarcas vivían y viven en el poder y en la abundancia ante tanta miseria colectiva.
No estoy de acuerdo con que se permita el aborto a niñas que saben acostarse y divertirse, pero no afrontar las consecuencias ni atender criaturas que le van a requerir amor, atención y su tiempo de educación y desarrollo. Pero si mi esposa, mis hijas o mis nietas fueran asaltadas y violadas, o un mal embarazo pudiese trocarles sus vidas, no vacilaría un instante en suspender ese proyecto de vida con un aborto. Si es por sinvergüencerías, diversión o promiscuidad, no.
La religión es personal, no todos creen, el Estado tiene que ser laico con leyes colectivas.
Las iglesias no deben casar civilmente. El Estado no debe desertar de su derecho. Esto va a crear un tremendo desorden.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *1\X\2009