martes, octubre 27, 2009

REALIDADES VI

Sin Temor… Ni Favor…

Realidades VI


Luis H. Arthur S.

Hoy nuestro vecino país vive hacinado en una tercera parte de esta isla montañosa, alejada de los vientos alisios que traen lluvias, y en su consuetudinario primitivismo han deforestado y casi destruido su territorio que tiene grandes dificultades para sostener los cerca de 10 millones en que se han convertido.
Iletrados, ignorantes, tribales, desnutridos y enfermos, rechazados por todas las naciones vecinas, buscan desesperadamente satisfacer las principales necesidades del ser que son la comida, el agua y el combustible para mantener la vida, y lo hacen depredando el medio ambiente como siempre lo han hecho, como único saben hacerlo.
Son tratados como parias en la América de la esperanza. Nadie los quiere ni los recibe.
Mientras los conquistadores los trajeron a la fuerza, los compraron a traficantes inhumanos, para tener mano de obra esclava y producir riquezas, nosotros, los de este lado, que hemos progresado un poco más en parte gracias a ellos y su duro trabajar en campos de caña, hacia donde masivamente fueron traídos comprados y vendidos por los gobiernos de ambos países y por empresarios, en tráfico humano moderno e inaceptable, despreciamos la gran oportunidad que con ellos tenemos ahora que se están desbordando y vienen solos.
No queremos ver la realidad que nos circunda y pretendemos ignorarla hablando apocalípticamente y promoviendo odios pasados, como si tuviésemos un miedo ancestral, que sólo logra que el problema, si es problema y no oportunidad, crezca, pero tarde o temprano, lo queramos o no, nos van a arropar completamente. Las migraciones masivas por hambre en todas partes y durante toda la historia, han sido indetenibles. Esta no será la excepción.
Es mejor dirigir y organizar el cambio para encauzarlo en paz, en orden hacia el progreso.
Dejar de actuar y gritar como vieja histérica incapaz de razonar y de elaborar un plan nacional coherente y realista, que aun con grandes sacrificios, nos permita ayudar a que aquella nación se vaya recuperando y ofertar trabajo allí, de modo de detener y mitigar en algo el éxodo que cada día será mayor, pues aunque se haga lo que hizo EE.UU. con México, una muralla de gran altura desde Pepillo Salcedo hasta Pedernales, se cacen los transgresores como se cazan conejos o venados, igual seguirán pasando, aun sin contar con la rampante corrupción militar existente.
S. Domingo, R. D. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *26\X\2009