jueves, marzo 15, 2007

JUGUETES NUEVOS

JUGUETES NUEVOS

Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 14 Marzo 2007

El niños que todos llevamos dentro se entusiasma con cada juguetito nuevo que cae en nuestra mano, para al poco tempo verlo abandonado en un rincón, muchas veces maltrecho y desvencijado.

Estos juguetitos son de toda índole, físicos o emocionales, vivos o inanimados. Puede ser un celular nuevo, un carro recién comprado, un nuevo hobbie o una nueva novia o novio, que nos ha disparado las hormonas.

Amet tiene ahora dos: Un aparatito para con el aliento oloroso a guineo decir si estamos borrachos o no y un aerosol de pimienta para cegar a los que se resistan.

Como dije en dos artículos publicados hace unas dos semanas, estos aparatitos no pueden considerarse como equipos con “fe pública”. Son herramientas portátiles, baratas, sujetas a maltrato, golpes, baterías bajas que pueden descalibrarse muy fácilmente.

Por ello la ley no puede considerar una prueba indirecta para asegurar un diagnóstico, sin ningún tipo de dudas.

Decía, que sí se puede usar como un indicio de sospecha legítima de que una persona tenga niveles de alcohol en la sangre que la ley debe con anterioridad establecer, como niveles de borrachera parcial, ligera, grave o total. Decía que lo único que puede establecer responsabilidad fuera de toda dudas y sin posible apelación, es cuando se hace una prueba directa, esto es, que se mida el nivel de alcohol en a través de un buen análisis de sangre, no porque huele a borracho, o se le cierra un ojo, o camina en zigzag o habla tartajoso. Todas estas manifestaciones son subjetivas, y la ley y la autoridad tienen que ser objetivas.

Claro, en este paisaje de aguaceros tropicales, que pasan casi antes de empezar, nadie me hizo caso, menos el folklórico Secretario de Interior y Policía.

Si una persona se encuentra borracho y va a ser detenido, el vehiculo no es responsable ni tiene capacidad necesidad de verse condenado sin juicio, a ser casi desmantelado en los corrales de la policía metropolitana, sin que haya responsabilidad ni responsables, y además a pagar una grúa y una multa. Eso es un exceso de la autoridad que debería ser rechazada y combatida. Da la impresión que el vehiculo entro a la cueva de Ali Babá.
Controlar la bebida y el manejo es bueno. ¡Que sea legal!

luis@arthur.net