martes, marzo 06, 2007

ROCK ASH I

ROCK ASH I

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 5 Marzo 2007

El famoso Rock-Ash, que trajeron de Puerto Rico, fue un acto de corrupción, de irresponsabilidad de ataque al medio ambiente y a la salud de las personas que vivían y viven por lo menos en el entorno donde fueron depositadas

Fue ejecutado por personas irresponsables quienes aman más el dinero sucio que su país y la preservación de la vida de sus familiares y coterráneos.

Pienso que son personas desdeñables, de mal corazón y de ambición desmedida.

La Secretaria de ½ Ambiente autorizó la entrada de dichos desechos, en un acto que parece justificar el por que perdió su otra mitad.

Fue en el Gobierno del Ing. Agrónomo Hipólito Mejía, persona que si bien no estaba versada con los intríngulis del Estado e hizo todo un desastre, si lo estaba con el campo, el medio ambiente, la idiosincrasia del campesino y es injustificable que al menos mirara hacia otro lado cuando uno de sus mandantes, el historiador Moya Pons, de tantos libros y escritos, conocedor de nuestro pasado quizás como nadie, con aureola de ser de los buenos, por lo menos permitiera que donde él tenia la responsabilidad se hiciera lo que se hizo, invocando aquella canción tan conocida interpretada por Daniel Santos , boricua: “yo no se nada, yo llegue ahora mismo, si algo paso yo no estaba aquí…”, como si el problema hubiese sido algo puntual de un momento, cuando en realidad los embarques fueron durante largo tiempo y él ciego

Como he dicho y sabemos, la responsabilidad no se delega, se comparte, por tanto nuestro ex presidente y nuestro ex-secretario, tenían una responsabilidad que no cumplieron, y sometieron a este vapuleado país a daños innecesarios. Por razones mercuriales, no de humanidad. Vendieron sus conciencias y la confianza en ellos depositada. Teníamos derecho a esperar más de ellos, mucho más, pues sabían y tenían conciencia de lo que hacían y lo hicieron.

Alguien me ha dicho que el Secretario fue una victima, que mandaron de arriba una persona que lo “sorprendió”. Yo le respondí que quien no tiene valor para defender su honor y su legado de persona buena, honesta y responsable, es doblemente culpable, pues su deber era oponerse, actuar y en último caso renunciar y denunciar. De lo contrario era cómplice irremisiblemente.

luis@arthur.net