jueves, agosto 09, 2007

CUANDO NO HAYA RETORNO

CUANDO NO HAYA RETORNO

Por: Luis H. Arthur S. http://www.luis.larthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 8 Agosto 2007

Cuando un insumo escasea, hay a mano dos soluciones: economizarlo para que nos dure o buscar sustituto.

Ahora que ya hemos consumido y dilapidado más de la mitad de los energéticos en sólo 250 años, sabiendo que no somos capaces de fabricarlos, a la humanidad sólo le queda buscar urgentemente alternativas.

Si algo apareciera antes del final, tendríamos un respiro, y quizás conseguiríamos revertir el deterioro que hemos impuesto a nuestro planeta azul y a su atmósfera que nos da vida, donde estamos casi en el punto de no retorno. El Tratado de Kyoto, no respetado por algunos como EE.UU., busca salvar la vida en el planeta de todos.

Nuestras malas prácticas en el uso inadecuado de la energía y la depredación de bosques, debe acabar. El gran problema es que nadie se siente responsable y entiende que el culpable es el otro, cuando lo somos todos. Quizás unos más, sea por acción u omisión.

¿Que pasará cuando la energía sea un insumo de lujo? ¿Qué ocurrirá cuando nuestro aire este demasiado contaminado? ¿Que será cundo no tengamos suficiente agua potable para beber? ¿Qué haremos cuando nuestro planeta se vuelva más salvaje? ¿Cando sea muy tarde y nadie pueda resolver los problemas por más quejas, manifestaciones y enfrentamientos?
Como ejemplo tenemos a nuestro país vecino. Compartimos una isla pequeña. Ellos han depredado su tercio y la vida se les hace cada vez menos sustentable. Por suerte tienen la posibilidad de emigrar a otros países aun viables. Cuando acabemos con este planeta… ¿a donde vamos a ir?

Alguien me escribió y me dijo que si el petróleo desaparecerá para el 2030 o más adelante, el tendría 83 años y estaría muerto. Mi respuesta fue que yo tengo hijos, nietos, parientes y amigos que tambien tienen hijos y nietos. Que la humanidad tiene como gran meta el reproducirse, y no podemos ser tan egoístas.

Esa actitud es la que parece primar entre todos. ¡Eso no me va a afectar a mi! ¡Otros dañan más que yo! ¡Eso no es verdad, son exageraciones!

Nuestra ignorancia e irresponsabilidad son grandes.

Mientras, los gobiernos se ocupan de tantas tareas importantes y cotidianas, tampoco le dan la importancia vital que este problema amerita.

luis@arthur.net