jueves, diciembre 07, 2006

REALES NO VIRTUALES

REALES NO VIRTUALES

Por: Luis H. Arthur S http://www.luis.arthur.net/ http://www.luisharthur.blogspot.com/ 6 Diciembre 2006

No es tiempo aun de comentar el paquete de reformas que acaba de mandar al congreso el Presidente que habla bonito. Reforma fiscal inocua, que a nadie afectara pero va a extraer del pueblo $17,000 millones reales, no virtuales.

Eso me trae a la memoria aquellos purgantes de aceite de higuereta que nos daban y que nos aseguraban que no sabía mal. Nos maniataban, con una cuchara nos abrían la boca, nos introducían dos cucharadas de aceite con sabor horrible, luego un jugo o un café y la burla ¡ves que no sabia a nada! Par de horas después estábamos débiles, escuálidos, vacíos y pelados. Era por nuestro bien.

Hace años escuché al Presidente Salinas decir que cuando los gobiernos aprietan, los afectados buscan escapatorias, y que aquello se convierte como el juego del gato y el ratón.

Cuando nuestros impuestos se aplican adecuada, eficiente y con transparencia, y recibimos de vuelta los servicios que con ellos se compran y que son necesarios para una convivencia pacifica y racional, uno paga no con gusto como dice Jacinto Gimbernard en un articulo reciente, pero si con comprensión. Ahora, cuando se mal usan, se derrochan, se gastan en elecciones y reelecciones, en proyectos fuera de razón, con sobreprecio, para los políticos de turno enriquecerse, en otras palabras sin honestidad ni efectividad, se convierte en una invitación para que los evadamos. Para que crezca el mercado informal y el contrabando. La ley universal es que tú quieres abusar de mí, pero yo no me dejo. El ejemplo cunde (verizon).

Para ser Presidente no se estudia. No hay universidad que te gradúe y otorgue un titulo, aunque uno puede irse preparando con estudios y con ejercicio en otras administraciones. Es como aprender un oficio viendo o al lado de un maestro. Se aprenden lo bueno y lo malo. Lo malo se queda.

A este respecto pienso en el articulo de Ubi Rivas sobre la disertación de Soto Jiménez, que necesariamente nos golpea la conciencia y nos muestra lo malo que es confundirse a la hora de votar, y sólo creer en palabras bonitas.

Cuando uno se casa por una cara bonita y un cuerpo estupendo, generalmente encuentra que bajo esa bella cabellera solo hay alas de cucarachas y lo divertido acaba mal. Hay divorcio, ¡pero algunos olvidan se recasan con la misma tonta!
Luisharthur@yahoo.com