viernes, diciembre 29, 2006

SOCIOS EN EL DESARROLLO

SOCIOS EN EL DESARROLLO

Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.bolgspot.com 28 Diciembre 2006

De las tantas formas en que podríamos dividir los seres vivientes, se me ocurre pensar que seria en cuanto al trabajo, en empresarios, trabajadores y vagos.

Toda persona necesita trabajar. Unos buscan donde hacerlo. Otros lo ofrecen creado por su ingenio, dinero y riesgo. Algunos buscan sólo sueldo, no trabajo. Viven del cuento.

Nadie lo hace por amor al arte, pues todos necesitamos comer, vestir, y tantas cosa más. Todos van en pos de un beneficio económico legítimo.

El progreso de un país y el de sus habitantes requiere trabajar ardua e inteligentemente en pos de objetivos y hacerlo en armonía. Es la única forma de generar riqueza.

Tengo la percepción que en nuestro país la simbiosis del progreso se hace entre enemigos. El trabajador ve al empresario como un explotador, como el individuo que lo usa y abusa de él. Quien se enriquece a su costa y debe de desaparecer. El empresario por su parte piensa en los problemas extras a los que tiene que enfrentarse con tantas personas que tratan de hacer lo mínimo posible, de la manera más lenta e ineficiente, debido a que no importa lo que ganen, creen merecer mucho más. Critican todo lo que es disciplina y a la postre buscan que los liquiden, para tener algo de dinero y empezar un nuevo ciclo.

No niego que existan empresarios mañosos y abusadores, y que también haya empleados serios, eficientes y honestos. Los hay aquí y en todos partes.

Vivimos tiempos de libertad y movilidad donde cualquiera puede convertirse en empresario, pequeño en un principio y dependiendo de su capacidad para el manejo del dinero, llegar hasta donde quiera. Nuestro país esta lleno de ejemplos.

Hubo un tiempo cuando nadie quería trabajar en el gobierno. Hoy es todo lo contrario. Casi todos quieren un “sueldo” del estado, y esta cantidad de empleados que no producen riqueza, que consumen los impuestos que debían ser devueltos a todos en alta proporción de servicios comunitarios, van creando una clase social de burócratas sin eficiencia sin productividad ni metas, de mentes confundidas, cuyo ejemplo daña a otros.

Es necesario que nos aboquemos a la educación para tener metas claras de desarrollo y crear empresarios y empleos, que nos permitan vivir en competitividad y prosperidad.

Luis@athur.net