martes, marzo 18, 2008

OTROS TIEMPOS

SIN TEMOR… NI FAVOR…

Otros tiempos

Luis H. Arthur S.

Nací bajo el signo del carbón vegetal. Eran tiempos de muchos bosques y pocos habitantes.
El cocinar con carbón era un lujo pues otros lo hacían con leña humeante, que hacia llorar los ojos y toser y cubría las paredes con ese hollín difícil de quitar, por eso las cocinas estaban de preferencia fuera de la casa y en nuestros campos eran y son de madera o palitos entreabiertos, para que la gente no se sofoque. Las cenizas había que recogerlas, sacarlas y botarlas y a veces se usaba como abono.
Para el 1946 llegaron a Puerto Plata las primeras estufas de Gas Tappan, de 4 hornillas y horno, igualita a las actuales y también los cilindros y el servicio de GLP que costaba menos de $3.00 por 100 lbs. bien pesadas. Mi madre se compró una a muchos plazos y demasiado barata si comparamos el precio con las actuales de hoja de lata sin galvanizar que duran poco.
Durante los primeros años sólo ella la usaba y el servicio seguía cocinando a carbón encendido con astillas de cuaba.
Era de una calidad increíble. Mi madre la cuidó y la usó por 51 años hasta su muerte y luego la tuvo una sobrina quien posteriormente alquiló el departamento con ella incluida, y cuando lo vendió, se recuperó y aun la tiene mi hermana totalmente buena y funcional. Con su porcelanizado correcto.
El cocinar se facilitó.
Precisamente para el 1946, el experimentador de Raythron Dr. Percy Spencer, trabajando con Microondas para radares por casualidad descubrió la capacidad de éstas ondas para cocinar, al derretírsele en el bolsillo un chocolate.
De ahí, en sucesivo mejoramiento que llevo el primer horno de 750 lbs, 5.5 pies de alto y US$5,000, a las unidades pequeñas, prácticas y económicas que han invadido todos los hogares de los países desarrollados y algunos en los subdesarrollados, simplificando el cocinar.
Se compone de un tubo electrónico llamado Magnetrón, una fuente de poder y una caja metálica para que las fuertes ondas electromagnéticas de 2.5 GHz no se escapen.
El Dr. Spencer trabajó en esa empresa que actualmente tiene 80,000 empleados y es contratista para el Departamento de Defensa de los EE.UU. hasta su muerte en 1976 y dejó unas 150 patentes con sus descubrimientos, a pesar de no tener educación científica formal.
luis@arthur.net * http://www.luis.arthur.net/ * http://www.luisharthur.blogspot.com/ * 17/III/2008