EL CEREBRO
Por: Luis H. Arthur S. www.luis.arthur.net www.luisharthur.blogspot.com 17 Abril 2007
Hace unos días mirando uno de mis canales favoritos a las 3 de la mañana, presentaron: “Lo que usted debe saber acerca del Cerebro”.
En el describieron nuestro órgano más importante, como compuesto por dos proteínas, la materia gris o neuronas, que son los procesadores, y la materia blanca que son las conexiones. Muy simple.
Mostraron el bulbo raquídeo, que está en la base con la columna vertebral que a su vez es el conducto por donde van los nervios, y de como se fueron formando capas sobre el cerebro original donde residen los instintos y las reacciones primarias (nota: a muchos políticos no se les formaron estas capas), que le van agregando capacidad y civilidad.
Con lectores de ondas cerebrales, tomografías, etc., han ido conociendo como opera este órgano, donde radica el lenguaje, los movimientos, las ideas, las habilidades para la música, pintura, matemáticas, artes en general, ciencias, etc.
Han examinado los cerebros de sabios, virtuosos, criminales, mentirosos, y han podido descubrir que cada cerebro es distinto, y en el reforzamiento de un centro es donde radica la diferencia con otros. Por ejemplo, recuerdo que hablaron que los mentirosos, esos que no pueden hablar verdad y que siempre andan fantaseando; en el centro correspondiente tenían un 11% menos de neuronas, y cuando hablaban, la actividad cerebral era muy intensa en muchos otros centros que no se activaban en los cerebros de las personas veraces.
Han introducido sondas y al estimular ciertos centros han logrado convertir a un persona con habilidad normal por ejemplo para las matemáticas en superdotados en esa área.
Total, al terminar el programa me quedé pensando y con la duda, de si somos responsables de nuestros actos y tendencias, o ya nacemos sabios, criminales o bailarines, o plagiarios por una composición que nos fue traspasada en los genes, que son los responsables de nuestra arquitectura.
De estas investigaciones, podrían salir conclusiones muy penosas y drásticas, y quien sabe si llegaría el momento en el futuro, donde al nacer nos etiquetarían y hasta determinarían nuestro destino según nuestra conformación cerebral, o con sondas nos estimularían a destinos predeterminados.
Quizás el remedio para tanto bandido y caradura como hay.
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